Un cura de 62 años acusado de haber abusado sexualmente de una alumna del colegio parroquial que dirigía en la localidad bonaerense de Caseros, desde que la joven tenía 5 hasta sus 21 años, fue absuelto este martes en el juicio al que llegó por la denuncia en su contra. 

Otras dos víctimas aguardan la decisión de la Suprema Corte bonaerense para poder impulsar sus propios procesos contra Carlos Eduardo José. 

Tras la decisión del Tribunal Oral en lo Criminal Nº 2 de San Martín, integrado por los jueces Raúl Luchelli Ramos, Mónica María Carreira y Carolina Martínez, se registraron incidentes entre los familiares de las víctimas y quienes se acercaron hasta los tribunales para respaldar al cura.

El sacerdote había sido acusado de "abuso sexual gravemente ultrajante".

El sacerdote que dirigía el Colegio San José Obrero se encontraba con prisión preventiva desde 2017, cuando fue acusado de "abuso sexual gravemente ultrajante" tras la denuncia de Mailín Gabbo. 

Aunque el sacerdote nunca negó los hechos, los miembros del Tribunal consideraron que la causa prescribió.

"Los jueces son cómplices, cubren a un pedófilo, que va a salir y va a volver a abusar de alguna nena. De mí abusó 15 años pero no me importa, a mí no me va a volver a abusar, pero hay otras nenas en peligro", dijo Mailín entre lágrimas y con bronca desde la puerta de los Tribunales.

"Que te paren arriba de su pene, que te toquen, que te besen sin que vos quieras, es abuso", insistió la joven, quien estaba acompañada de otras víctimas del cura a las que no se les tomaron sus denuncias por abuso porque ya había prescripto el hecho. 

La madre de Gabbo contó que la joven necesitó muchos años de terapia psicológica para asumir lo que había vivido.

Héctor Silveyra, abogado de la víctima, calificó como vergonzoso el fallo del Tribunal y adelantó que apelarán la decisión: "Nunca negó los hechos, pero acá es tierra de nadie. Se amparan detrás de la prescripción". 

"Lo de la Iglesia es una vergüenza, mandaron a sus laicos, todos pagos, como fuerza de choque. No puedo creer que festejen esta injusticia", enfatizó el letrado.

La madre de Gabbo, quien hizo la denuncia ante la Justicia contra el cura que es allegado de su familia, contó que la joven necesitó muchos años de terapia psicológica para asumir lo que había vivido y que incluso tuvo que abandonar la facultad. 

Tras conocer la denuncia, allá por 2017, el sacerdote le escribió una carta a la mamá de Mailín: "Les aseguro que nunca tuve mala intención. Quizás demasiado cariñoso, como ella también era cariñosa conmigo", escribió. 

"Nunca estuve a solas con ella, en la parroquia siempre con algún animador o catequistas y otros chicos. Cuando salía con ustedes vos estabas presente. Quizás pude ser imprudente jugando con ella, pero nunca con mala intención", decía la carta.

Tras conocer la denuncia, allá por 2017, el sacerdote le escribió una carta a la mamá de Mailín.

Mientras que otros tribunales ya habían señalado que los hechos habían prescripto en el caso de las otras víctimas, doce de los trece hechos denunciados por Mailín fueron considerados de la misma manera y solo uno llegó a juicio.  

"Los jueces consideraron que el hecho es previo a la Ley Piazza y a la Ley 27206, tampoco consideraron tratados internacionales con jerarquía constitucional que protegen a las víctimas para que sean oídas", aseguró Alejandro Stipancic, abogado de las víctimas junto a Silveira.

"Es un fallo vergonzoso y un día de luto para las víctimas. Deja al resto de las víctimas que esperan en la Corte provincial en una posición deplorable. Tampoco se entiende por qué se decide esto en esta instancia. Vamos a recurrir el fallo", finalizó.