Las estafas telefónicas o por mail no son cosa nueva, pero cada tanto lo que cambia es el “cuento”, la historia que el estafador construye para engañar a su víctima. En las últimas semanas, se detectó un nuevo relato para robar datos bancarios.

Por mail o teléfono –celular incluso–, el estafador contacta a su víctima como si fuera un representante de un banco, de una tarjeta de crédito o hasta del mismísimo Banco Central de la República Argentina. Con esa presentación, le explica que ante la gran cantidad de estafas, habilitaron una línea de denuncia y le ofrece ese número. Toda esta es la introducción para conseguir el verdadero objetivo: hacerse de los datos.

Con esta misma excusa, el estafador pide “verificar datos”: claves, números de token, códigos de seguridad.

En contacto con el programa Radiópolis (Radio 2), la titular de la Oficina Municipal del Consumidor, Julia Bonifacio, señaló que hay muchos que caen en esta trampa. “Por ahí justo enganchan a una persona que de verdad tenía que resolver un tema y termina dando datos muy valiosos”, observó.

El consejo es uno: no dar ningún dato. Bonifacio aseguró que ninguna entidad va a requerir claves o códigos de seguridad por mail o teléfono.

Y señaló que ante la estafa consumada –los delincuentes usar los datos robados para vaciar las cuentas de sus víctimas o tomar créditos en su nombre– , sólo queda hacer la denuncia ante el Ministerio Público de la Acusación (MPA).

Recomendó también, revisar siempre los resúmenes de las tarjetas y en caso de identificar compras no realizadas, hacer el reclamo de forma inmediata.