La pandemia de coronavirus impulsó un crecimiento exponencial de todos los servicios de streaming, entre ellos el aún dominante Netflix, que sigue trabajando para asegurarse de que quienes pagan una suscripción no compartan su contraseña. 

El servicio de streaming comenzó a probar una función que podría obligar a los usuarios que utilizan una contraseña prestada por alguien que no vive en el mismo lugar a comprar una suscripción. 

Desde la compañía indicaron que la función se está probando con un número limitado de usuarios, lo que puede ser un indicio de que cada vez más se comparte contraseñas entre familiares y amigos para evitar el pago de la plataforma. 

"La prueba está diseñada para ayudar a garantizar que las personas que utilizan las cuentas de Netflix están autorizadas a hacerlo", dijo la compañía mediante un comunicado.

La función se está probando con un número limitado de usuarios, indicaron desde la compañía. 

Algunos usuarios se llevaron una sorpresa cuando, al entrar a a su cuenta compartida de Netflix, vieron un mensaje que decía: "Si no vives con el propietario de esta cuenta, necesitas tu propia cuenta para seguir viendo contenido". 

Para poder seguir viendo, se les pedía que verificaran que eran propietarios de la cuenta mediante un código que se les enviaba por texto o correo electrónico, o bien que se unieran a la plataforma con su propia cuenta. 

A pesar de que Netflix se negó a hablar en detalle de esta función, algunos analistas de la industria dijeron que podría tratarse de un intento de la compañía para que sus usuarios cumplan los términos de uso y condiciones de suscripción. 

Estos términos, que a menudo se pasan por alto, establecen que el servicio y contenido "son solo para su uso personal y no comercial y no pueden compartirse con personas fuera de su hogar". 

Las términos y condiciones de Netflix establecen que el servicio no puede compartirse con personas que vivan fuera del hogar del propietario. 

Sin embargo, esta medida no es estricta sino más bien un incentivo para que aquellos usuarios que acceden mediante la contraseña de un familiar o un amigo compren su propia suscripción, ya que simplemente podrían pedir el código de verificación que envía Netflix. 

"No estoy convencido de que esto sea un ataque total", comentó Michael D. Smith, profesor de Tecnologías de la Información y Mercadotecnia de la Universidad Carnegie Mellon de Pittsburgh.

Smith agregó que "podría ser una alerta para algunos piratas", y que el hecho de recordarle a la gente que no está permitido compartir contraseñas podría convencer a algunas personas de suscribirse, en vez de seguir usando las que pagan sus amigos o familiares. 

La suscripción básica a Netflix, que permite a los clientes ver contenido en una pantalla a la vez, cuesta 8,99 dólares al mes. 

El crecimiento de Netflix


La compañía dijo en enero que había añadido 8,5 millones de clientes en el cuarto trimestre, para un total de 203,6 millones de suscriptores a finales de 2020, un enorme crecimiento que se vio impulsado por la pandemia de coronavirus. 

Netflix acapara un 53,5% de la participación global frente a las otras empresas del sector. 

El jefe de producto de la plataforma, Gregory K. Peters, ya había insinuado en 2019 que estaban "analizando la situación" para poner fin al uso compartido de contraseñas. 

"De nuevo, veremos maneras amigables para el consumidor de ir hacia esa dirección", dijo Peters afirmando que, claramente, la compañía pierde una cantidad importante de ingresos a través de la gente que utiliza el servicio, pero no paga por él.