La fiscalía Federal de Venado Tuerto realizó en la mañana de este miércoles una serie de allanamientos por una causa en la que se investiga la venta de estupefacientes en la Alcaidía de Melincué. Por este hecho están imputados el jefe y el personal del complejo penitenciario por ser quienes ingresaban la droga.

Según detallaron desde la fiscalía a cargo del doctor Javier Arzubi Calvo, la investigación se originó por escuchas telefónicas ordenadas en otras causas. Gracias a la información que lograron recolectar determinaron que, a partir de la suspensión de las visitas de familiares a las cárceles por la pandemia, los empleados policiales y el jefe de la Alcaidía, comenzaron a ingresar droga a la penitenciaría.

Además, durante un operativo, lograron interceptar a dos personas a bordo de un vehículo en el que transportaban una caja de cartón que contenía una bolsa de galletitas abierta. Dentro de la bolsa había tres envoltorios con cocaína, dos con marihuana y la suma de $3.300. 

Al momento de ser detenidos y antes de que se detecte la droga dentro de la caja, uno de los ocupantes del vehículo explicó que se dirigían al cruce de rutas cercano a Melincué donde le iban a entregar la bolsa a agentes policiales ya que su acompañante era personal retirado.

Con este indicio y las escuchas previas, la fiscalía logró desentrañar cómo era el procedimiento, al que los detenidos denominaban como “la colada”. Los detenidos adquirían por teléfono la droga a vendedores de Venado Tuerto que enviaban los envoltorios en remises al cruce de rutas, allí los esperaban móviles policiales que recibían la droga y luego la ingresaban al penal.

Dependiendo del tipo de estupefaciente que requerían, los internos debían pagar distintas tarifas que iban desde los $700 a los $10.000. Al ingreso de drogas, se le sumaba también un costo por ingresar los teléfonos celulares desde los que se hacían las llamadas para adquirir la droga y también la visita de familiares.