La policía que fue acusada por presuntas irregularidades cometidas en la escena del siniestro vial fatal en el que murieron Facundo Aguirre y Emiliano Cáceres, recibió una sanción económica. Sonia Gómez, la mamá del conductor ya condenado, se jubiló de la fuerza de seguridad y, si bien resultó absuelta en segunda instancia por la Justicia, no cobrará el dinero que dejó de percibir desde el 22 de febrero de 2014, cuando fue pasada a disponibilidad tras el choque.
"Fue una etapa dolorosa, larga, intensa. Pero la concluimos habiendo saldado la deuda con nuestros hijos", concluyó.
El siniestro vial ocurrió el 22 de febrero de 2014 en Pellegrini y Perú, cuando un Fiat Uno manejado por Federico Gómez colisionó a alta velocidad contra la parte trasera de un camión estacionado. Dos de los ocupantes, Emi y Faku, murieron en el acto.
Por el choque, fue condenado Federico Gómez a la pena de tres años de prisión de ejecución condicional.
Sonia Gómez, madre del conductor investigado, es policía y, según diversos testimonios, manipuló pruebas para mejorar la situación de su hijo.
Gómez fue condenada en primera instancia y absuelta en segunda instancia por el beneficio de la duda. Estuvo acusada por violar las restricciones perimetrales de no acceder a la zona de un siniestro sin autorización, estar dentro de ese área restringida, haberse apoderado del automóvil siniestrado, de dos botellas de cerveza que se encontraban en su interior y de la mochila de una de las víctimas, según indicaron las madres de Emi y Faku.
La policía fue pasada a disponibilidad con fecha del 22 de febrero de 2014, día del siniestro vial fatal. Tras resultar absuelta, la mujer se jubiló. Sin embargo, por decisión de la Secretaría de Control de las Fuerzas de Seguridad, la mujer no recibirá el dinero retroactivo, que dejó de percibir por estar en disponibilidad durante cinco años.
