Según proyecciones realizadas por la Bolsa de Comercio de Rosario y el Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (IPCVA), el consumo de carne vacuna cayó a su peor nivel en 100 años, con apenas 47,8 kilos per cápita en Argentina.

Producto de la crisis económica, la pobreza y un cambio de paradigma en los hábitos, la gente ya no pone en su mesa carne vacuna en la misma medida que lo hizo históricamente.

El estudio indica que el año 1977 es el inicio de la caída del consumo. Ese año, la Argentina tenía un rodeo de 61 millones de bovinos, lo que implicaba 2,29 animales por habitante.

Ahora esa relación cayó a 1,13, con 53,4 millones de cabezas vacunas y 47 millones de la población actual.

Sólo en 1920 la ingesta nacional de carne fue inferior: 46,9 por año, según informes de la Bolsa de Comercio de Rosario y el IPCVA.

El consumo de carne bovina, cuya media histórica entre 1914 y 2021 es de 73,4 kg/hab/año, ya venía en retroceso en la dieta de los argentinos. El promedio cayó a 54,5 kilogramos en los últimos cinco años y sigue bajando.

El informe de la Bolsa de Comercio de Rosario.

Para los expertos, es consecuencia de la "disminución directa del consumo, al tiempo que también se amplió la absorción de otras proteínas animales", como el pollo y el cerdo.

En estos días, la carne vacuna representa apenas el 44% de los 109,4 kilogramos por habitante por año de proteínas animales que se consumen, cuando a principios de este milenio representaba entre el 60% y el 70%.

Lo que sí va en aumento es la exportación de la producción de carne, pero Argentina no creció en la misma proporción.

Nuestro país cayó del primer puesto como exportador de carne vacuna en 1960 al número cinco en 2021. Abastecía cerca del 40% de su demanda internacional y ahora participa apenas del 6% del mercado.

Países como Brasil e India, en ese mismo período pasaron de no exportar absolutamente nada a embarcar 2,54 y 1,40 millones de toneladas, respectivamente.

Australia, que ocupaba el segundo puesto como principal exportador de carne en 1960 sólo por detrás de la Argentina, multiplicó su producción por 7 y Nueva Zelanda por 4.

El consumidor argentino, en promedio, ingiere unos 110kg de carne entre vacuno, pollo y cerdo, mientras el resto de los países de la región consume en promedio menos de 100kg.