Alarmados por la presencia de un pescador que, aparentemente, infringía las reglas de confinamiento, tres policías franceses se acercaron hasta él, descubriendo en ese momento que, en realidad, se trataba un muñeco.

El incidente tuvo lugar en la localidad de Cabourg, al norte del país. "Para engañar a los policías, un tipo coloca un espantapájaros en una playa cerrada ¡Le van a poner una gran multa!", escribió uno de los usuarios que compartió las imágenes.

"Y hay tres de ellos, por si las cosas se ponen feas", comentaba otro mientras se sucedían las reacciones en Internet. Para que la puesta en escena resultara convincente, el bromista colocó una caña de pescar junto al personaje, una silla e incluso latas de cerveza.

Esta no es la primera vez que gastan una broma de este tipo a la Policía. La semana pasada, en otra playa francesa, las fuerzas del orden pensaron que una mujer había violado la cuarentena para tomar sol, pero tras la inspección de rigor quedó claro que se trataba de una muñeca inflable, según RT.

En este caso, la Policía del lugar publicó una foto de la supuesta mujer en Twitter con el comentario: "En la vigilancia de las playas, los gendarmes rescataron una muñeca abandonada por su dueño".