Los habitantes de un edificio en Corrientes 2149, en el macrocentro de Rosario, denunciaron que este miércoles a las 8 cumplieron dos días sin luz ni agua. Y sus pares de Chacabuco al 1300 aseguraron que están sin esos servicios básicos desde el domingo.

“Tengo que bajar 18 pisos con bidones y cargarlos en el bebedero del parque Urquiza, dos o tres veces al día”, dijo a modo de ejemplo una de las mujeres de barrio Martin que habló con Cada Día (El Tres).

La vecina agregó que tiene un hijo con una patología y que “ante una emergencia tengo que subirlo upa 30 kilos”. A la ausencia del suministro eléctrico se suma la carencia de agua y la falta de ascensores, y por eso urge una respuesta de la Empresa Provincial de la Energía (EPE).

“La operadora nos dice que tiene pasar la guardia y después avisar a la cuadrilla pero nos están diciendo eso desde el domingo. Uno entiende que la tormenta hizo destrozos pero nosotros estamos sin luz desde antes de al tormenta”, reclamó otra de las manifestantes de Chacabuco al 1300.

En Corrientes 2149, una vecina dijo a Radio 2 que agotaron todas las reservas y la paciencia tras 48 horas sin el servicio de energía que además impactó en el suministro de agua y en problemas graves como la ausencia de ascensor.

“Al parecer la EPE canceló ayer el trámite (de pedido de reparación) porque en algunos departamentos volvió la luz, pero no tienen ni cable ni internet ni agua y no tenemos ascensores”, reclamó la señora.

La vocera del grupo que se manifestaba por la mañana frente a la puerta del edificio de barrio Abasto señaló que “hay gente enferma que necesita bajar para ir al médico” y afirmó que ella misma debió descender por las escaleras “arrastrando" y con dolor en las rodillas.

Vecinos de Corrientes al 2100 llevan 30 horas sin luz

Además, la falta de suministro de energía eléctrica generó importantes pérdidas de mercadería en un comercio de la zona. Dijo el titular del local a Telenoche (El Tres) que perdió no menos de 70 mil pesos en mercadería y 110 mil por la reparación de la heladera. “Es un desastre”, resumió.