Un joven estudiante de Abogacía de 23 años fue brutalmente golpeado este fin de semana por dos hermanos que juegan en La Plata Rugby Club tras una fiesta clandestina realizada en una playa de Claromecó. "Son rugbiers. Cuando vivían acá (por Tres Arroyos) jugaban en el Club Cazadores y ahora viven en La Plata. Me gustaría que esto llegue allá para que los echen", sostuvo Guillermo, padre de la víctima.

Felipe Di Francesco, el joven agredido, declaró ante la Policía en la seccional de Claromecó y dijo que fue golpeado por dos personas mayores de edad a los que identificó como Lucio e Ignacio Cozzi, de 31 años, quienes lo habrían golpeado tras la realización de una fiesta llevada a cabo en un punto ubicado a unos tres mil metros del faro de Claromecó, en dirección a Orense. 

Según la denuncia, todo comenzó cuando Felipe juntaba la basura que había quedado en el lugar después del evento y les pidió a los acusados que "colaboraran". Los hermanos no solo se negaron, sino que lo insultaron en el momento y terminaron dándole el primer golpe minutos después.  

La trompada sorprendió a Di Francesco, que tropezó, cayó y se golpeó la cabeza contra la puerta de la camioneta. "Dale, ahora juntá la basura vos, quiero que traigas la camioneta y juntes toda la basura", le dijeron lo agresores que además lo amenazaron con seguir golpeándolo, según declaró Ramiro, hermano del joven  golpeado y testigo del hecho, en declaraciones para un diario local.  

"No quedaba mucha gente, los pocos que quedaban estaban en la fogata y a Felipe lo agarraron cuando fue a buscar la camioneta. Son dos desquiciados, mi hermano tiene 23 años, es un pibe, y estos locos, tienen más de 30 años, tendrían que estar con su familia, y andan haciendo quilombo en fiestas clandestinas", agregó el hermano.

Los presuntos agresores a los que hizo referencia el joven son los hermanos Lucio Cozzi e Ignacio Cozzi, de 31 años, quienes ya fueron notificados en su domicilio por orden de la fiscal a cargo de la investigación, Natalia Ramos.

Por su parte, Guillermo Di Francesco, padre de la víctima, contó al mismo medio que su hijo sufrió una doble fractura de tabique, un corte en la cara y un traumatismo en el ojo, además de que como consecuencia de lo golpes terminó con cuatro dientes rotos. Primero fue internado en el Hospital de Claromecó y continúa su recuperación a en la clínica Hispana.

"Estaban en la fiesta, cuando se empieza a ir la gente, ellos juntan la mugre que hay en la playa y vinieron estos pibes, borrachos, agarraron la caja en la que juntaron la basura y la tiraron al fuego (de una fogata)", relató Guillermo sobre los momentos previos al ataque.

El hombre aseguró que no se trató de una pelea y tildó a los agresores de "cobardes". "Le pegaron dos trompadas de callados y, cuando se estaba cayendo, le pegaron otra más con la que les partieron todos los dientes", sostuvo el hombre que afirmó que su hijo "no es de pelear" y que su familia buscará que "los culpables paguen las consecuencias del brutal ataque a su hijo".