El presidente del club Naútico Sportivo Avellaneda, Pablo Creolani, negó este jueves las denuncias por agresiones y acoso sexual que realizaron dos empleadas de la institución.

Creolani aseguró en el programa La primera de la tarde (Radio 2) que se puso a disposición de la Fiscalía y el caso “lo va a dirimir la Justicia”.

Los casos por violencia de género son dos y ambos dentro de la institución. Una ex instructora de zumba denunció al dirigente por agresiones verbales cuando estaba al frente de una clase y por haberla abusado en una oficina de deportes. A eso se suma un reclamo por una supuesta relación laboral irregular (estaba en negro). Meses después, una empleada del área de maestranza denunció a un compañero de sector por “ser acosada y hostigada de forma sistemática y constante”.

En el primer hecho, Creolani centró su respuesta en la abogada Vanina Grosso que representa a la ex instructora y a quien conoce como socia del club. “La doctora dice que presentó sus pruebas y nosotros presentamos las nuestras”, señaló.

“Nos enteramos por una nota y nos presentamos a Fiscalía. Lo va a dirimar la Justicia. Ella tiene sus testigos y nosotros tenemos los nuestros”, dijo y minimizó los alcances del tema: “No tiene la relevancia que la doctora le quiere dar más allá del contexto electoral del club”.

La segunda denuncia

 

Con respecto al segundo hecho en el área de maestranza, Creolani afirmó que se trata de “una empleada del sector contra a un compañero de trabajo que estaba acosándola”.

Siempre según el derecho a réplica ejercido por el presidente del club ante las acusaciones publicadas, tras el reclamo de la mujer actuó “un equipo interdisciplinario para este tipo de causas: se la atendió, se dio el apoyo y tomó la declaración”.

“Ella pidió reserva del caso y le aconsejamos que hiciera la denuncia. Además tomamos la decisión de separar a los dos trabajadores (de forma física) para que ni siquiera tengan contacto visual dentro de la institución”, siguió.

Creolani relató que citaron al denunciado “se lo escuchó, se le dio la posibilidad que hiciera su descargo y se hicieron actas correspondientes”.

“Después, la empleada toma la decisión de hacer la denuncia y nos entrega la presentación ante un Centro Territorial de Denuncias (CTD) y licenciamos al empleado”, agregó.

Antes las consultas de oyentes de Radio 2, el directivo confirmó la existencia de un “equipo técnico profesional” para distintos abordajes de género y diversidad y negó que el empleado denunciado siga en su puesto: “Está licenciado y documentado, está firmado por el acusado”.

“Rechazamos todo este tipo de situacones. Todos los integrantes de la Comisión Directiva (CD) son personas de bien que rechazamos estos hechos. La doctora ha querido participar, formaron un equipo y se las invitó a participar porque el equipo ya estaba formado”, dijo.

“Ella quiere entrar de alguna manera el club. Da la casualidad que tenemos elecciones en el club en unos meses, cuando la pandemia lo permita. No es la primera vez que la doctora intenta entrar al club, es un problema de ella”, agregó y afirmó que el club hace 20 años que tiene mujeres en la CD.