Leandro y Laura, son los papás de Joaquín Tenaglia Canut, un chico rosarino que fue "honrado como uno de los estudiantes más brillantes del mundo”, según dice el comunicado del Centro Johns Hopkins para Jóvenes Talentosos. El niño de 12 años, se fue junto a sus progenitores de la ciudad cuándo tenía apenas 3. Sin embargo, cuentan entre risas que en su español "no pronuncia ninguna ese como rosarino".

El joven tuvo uno de los mejores puntajes en un examen que rindieron 19 mil estudiantes considerados “gifted” -lo que acá sería superdotados- procedentes de 84 países distintos. Entre ellos, menos del 20 por ciento de los candidatos calificaron para tal distinción. Si bien el comunicado dice que es de Tullahoma, una ciudad pequeña de Tennessee, en realidad nació en Rosario hace doce años

En comunicación con A Diario, programa que conduce Alberto Lotuf por Radio 2, Leandro y Laura relataron su historia y cómo llegaron a vivir en Estados Unidos. "Vinimos con una posibilidad laboral hace 9 años, cuando le faltaba un mes para cumplir los tres. Desde ahí empezamos a notar ciertas cosas que no eran normales, la verdad que se destaca en todo, es un caso poco común", contaron.

En Estados Unidos, cada distrito toma sus propios exámenes estandarizados. Los suelen tomar a comienzos de año, a la mitad y al final para medir cuánto aprendieron los alumnos. Si bien los modelos de exámenes varían, suelen evaluar en matemática y lengua. En la prueba que le tomaron en tercer grado, Joaquín quedó en el percentil 99. Es decir, dentro del uno por ciento más avanzado del país.

"Aprendió ingles a los pocos meses de estar acá mirando la televisión. Tenía 3 años y no tenía contacto con nadie, nosotros solo hablábamos español en casa, y en una salida al parque me explicó que las ranas no tienen dientes, le pregunté como sabía y me dijo que aprendió por la tele que solo se habla en inglés. Ahí me di cuenta y le empece a preguntar y charlamos en inglés", recordaron sus papás.

"La idea fue siempre mantener el español en casa. Es su segundo lenguaje y no pronuncia ninguna ese como buen rosarino ”, cuenta su madre con risas cómplices de fondo de su marido.

En la mañana de este viernes, Joaquín estaba en la escuela es por eso que sus padres fueron los encargados de definir cómo es su hijo. "Tiene amigos por todos lados, hace deporte, no ve maldad en nadie. Todavía está en una edad que no le importa nada más que el juego, hace un tiempo quería ser maestro jardinero".