Un total de 46 migrantes fueron hallados muertos el lunes, la mayoría de ellos ubicados dentro de un camión abandonado al lado de una carretera en San Antonio, Texas, en la frontera con México. Entre los cadáveres, habría 16 personas con vida, 12 adultos y cuatro niños.

Según informó EFE, los cadáveres estaban en el interior del remolque de un camión aparcado en las afueras de San Antonio, en la frontera con México, junto a otras 16 personas que necesitaron asistencia médica urgente, es uno de los sucesos de este tipo con mayor número de víctimas ocurridos en los últimos años.

El macabro descubrimiento es una de las peores tragedias que involucra a migrantes en Estados Unidos en años recientes, y se da cinco años después de un incidente mortal con características similares que ocurrió en la misma ciudad del centro de Texas, a pocas horas de la frontera con México.

San Antonio, ubicada a unos 250 km de la frontera, es una ruta principal para los traficantes. La ciudad también fue azotada por una reciente ola de calor récord que el lunes registró temperaturas de 39,5 ºC. Una operación masiva de emergencia se desplegó hacia la escena con participación de la policía, los bomberos y ambulancias.

Morir buscando una mejor vida

El suceso reciente más grave de estas características se produjo en Austria en agosto de 2015, cuando la Policía encontró 71 cadáveres en el interior de un camión frigorífico abandonado en la cuneta de la autopista A4, entre el lago Neusiedl y la localidad Parndolrf, en el este del país. El camión había entrado desde Hungría.

Quince años antes, en junio de 2000, fueron hallados en Dover (Inglaterra) los cadáveres de 58 chinos que murieron asfixiados dentro de un camión frigorífico al apagarse el sistema de refrigeración. El vehículo había llegado por ferry al puerto británico procedente de Bélgica.

En abril de 2008 murieron asfixiados 54 inmigrantes birmanos indocumentados cuando eran transportados en un camión de pescado en el suroeste de Tailandia, cerca de la frontera con Birmania.

Un año después, en abril de 2009, las autoridades pakistaníes encontraron los cuerpos de 44 inmigrantes dentro de un camión contenedor en el que había unas 150 personas, en su mayoría afganos, en el sur oeste de Pakistán.

En octubre de 2019 fueron hallados los cadáveres de 39 personas en un camión frigorífico abandonado en un polígono de la localidad de Grays, al este de Londres, que había entrado en el Reino Unido desde la localidad belga de Zeebrugge. El contenedor que ocupaban las víctimas procedía de Bulgaria.

En Estados Unidos los números no son mejores

En el caso de Estados Unidos, varios de estos sucesos se registraron en el estado sureño de Texas, fronterizo con México, el país a través del que muchos inmigrantes procedentes de Latinoamérica intentan entrar en Estados Unidos.

En mayo de 2003 la policía halló 17 cadáveres en un camión tráiler que había sido abandonado en una estación de servicio en las proximidades de Victoria (Texas), a unos 250 kilómetros de la frontera con México, y que transportaba 70 inmigrantes. Los fallecidos murieron a causa de las altas temperaturas, que alcanzaron los 78 grados dentro del camión. Varios de los supervivientes tuvieron que ser hospitalizados y dos de ellos murieron posteriormente. En 2007, el conductor del camión fue condenado a cadena perpetua.

En julio de 2017 la policía encontró 8 fallecidos, también por asfixia o golpe de calor, entre los 39 inmigrantes indocumentados que halló en la parte de carga de un camión estacionado en el aparcamiento de unos grandes almacenes en San Antonio (Texas). Los 31 supervivientes fueron trasladados al hospital, diecisiete de ellos en estado crítico, y dos de ellos murieron. Entre los fallecidos había dos menores.

En marzo de 2021 una camioneta en la que viajaban 25 personas y que había entrado en Estados Unidos por un agujero en la valla fronteriza se estrelló contra un camión a unos 48 kilómetros de la frontera, en el Valle Imperial (California), en un accidente que dejó 13 muertos, diez de ellos mexicanos, según publicó EFE.