Brian deja el ISEF 11 cuando la oscuridad ya se apoderó del Parque Independencia. Cursa una de las carreras tradicionales del instituto que funciona (por ahora) en Dante Alighieri al 2500 y brindó un testimonio crudo de lo que significa salir del profesorado mirando para todos lados y caminando con miedo hasta llegar a la parada del colectivo: “La verdad, ya no sabemos si salir por Ovidio Lagos, por Provincial o por Oroño. Nos obligamos a caminar entre cuatro o cinco porque tenemos miedo de que nos roben o nos maten”.

Es que el Instituto Superior de Educación Física Nº 11 ha quedado envuelto en esa problemática que no deja a salvo a ningún barrio de Rosario. Según los alumnos, la inseguridad se palpa a toda hora, aún a pesar del movimiento que durante el día hay en las entrañas del parque, entre los asistentes a los clubes de la zona, los deportistas que salen a correr y las distintas dependencias municipales y provinciales que funcionan allí. Por supuesto, la oscuridad es un agravante. Y en esta época del año, a las 18 ya es de noche.

La situación ya es insostenible: les vienen robando todo el tiempo a los chicos que van a cursar, rompen sus autos para robarles el estéreo, te roban si vas en bicicleta o a pie. Salís del instituto y no sabés si llegás a tomarte el colectivo”, dijo en AM/PM por Radio 2 este alumno, que dejó un pronóstico sombrío: “Muchos chicos se están yendo de la ciudad y dejan de estudiar porque se sienten en una situación de abandono y tienen miedo”.

Para visibilizar esta situación, durante la semana los cursantes de las distintas carreras de esta institución de gestión pública oficial nacida en noviembre de 1944 (según reza su página institucional “la más grande y antigua de la Provincia”), llevaron a cabo una manifestación en la puerta del establecimiento. Y aprovecharon para sumar otros reclamos, vinculados al descuido edilicio que notan desde hace ya tiempo: “La comunidad educativa está compuesta por 4 mil personas que circulan diariamente por acá: y no es sólo la inseguridad: tampoco hay gas para que la cantina tenga comida caliente y las paredes están cubiertas de hongos”, dijo otra alumna.

En Radio 2, Brian dejó otro dato: el viernes pasado se produjeron siete robos: “Delincuentes rompieron cuatro autos y les robaron a tres chicos a pie. Esto es de tofos los días: al instituto entra cualquiera. Hasta robaron la fotocopiadora. Por eso decidimos hablar con los medios y hacerlo público, porque la situación es insostenible”.

Qué dicen las autoridades

Hugo Nardone, director del ISEF 11, admitió en AM/PM que la situación es tal como la plantean los alumnos y que también los docentes son víctimas de esa inseguridad: “Es lamentable hablar de estos temas, que cuando vengan a estudiar y formarse los chicos sufran esto. Pero no sólo ellos, también los profesores que han sufrido robos y maltratos. Es una triste realidad que ocurre en toda Rosario”.

“Fijate que a una docente le robaron la rueda del auto del baúl, el seguro se la pagó pero a la semana siguiente volvieron a abrirle el auto. Por eso decidió deja la goma en su casa, porque si se la roban de nuevo el seguro otra no le va a cubrir. Pero tuvo que pagar dos veces el arreglo de la cerradura. Es algo recurrente: incluso a mí me rompieron el vidrio y el paragolpe de atrás para robarme una de las ruedas”, añadió.

Es más: “En la plenaria de este lunes, me enteré de que a los chicos les están faltando cosas dentro del instituto. Cuando hacen las materias motrices, prácticas, deportivas, tienen que estar mirando sus cosas. Eso es la primera vez que lo escucho. Me sorprendió”.

Nardone comentó que hasta hace unas pocas semanas, contaron con una brigada policial que pasaba 24 horas dentro del edificio y les daba a los chicos cierta tranquilidad, pero que eso ya no ocurre: “Durante un tiempo tuvimos una bonanza en la estancia de un cuerpo policial que hasta dormía en el instituto porque se hizo un acuerdo entre el Ministerio de Educación y de Segurida. para la custodia del edificio que vamos a ocupar después del segundo cuatrimestre. Como aún no nos habían dado las llaves del nuevo edificio, las guardias policiales las hacían aquí. Pero ahora, que ya tenemos la llave del nuevo lugar, esa brigada se trasladó hacia allá”.

En breve, el ISEF dejará su ubicación actual para irse a funcionar al CERARD (Complejo Educativo, Recreativo y de Alto Rendimiento Deportivo), el flamante edificio que la provincia construye en Ovidio Lagos al 1900, en diagonal al cementerio y a espaldas del club Newell’s Old Boys, muy cerca del óvalo del Hipódromo. Y la custodia policial se mudó a cuidar los bancos que ya están dentro de esas instalaciones, por ahora y hasta nuevo aviso desocupadas.

“Entonces, los delincuentes saben que no está la policía en el lugar donde por ahora seguimos formando a los futuros profesionales. Y por eso creo que recrudeció el delito en la zona”, añadió Nardone.

Compromis. 

En el ISEF se forman profesores de educación física, futuros periodistas deportivos, guardavidas, entrenadores de fútbol, instructores de fútbol infantil: una comunidad educativa muy numerosa que por estos días la pasa mal y no puede disfrutar la cercanía con la mudanza a un lugar enorme y moderno, que marcará un hito en la historia de esta entidad.

“El instituto ha navegado por varios lugares a lo largo de su historia y para nosotros es una hermosa noticia, porque después de 70 años de anhelar dejar de ser nómadas lo vamos a poder lograr. Pero este tema de la inseguridad nos preocupa y haremos lo imposible para que los chicos puedan venir a formarse tranquilos”, declaró Nardone en Radio 2.

El director informó que tiene “vinculación cotidiana con quien está a cargo de ese operativo en el nuevo edificio y me ha prometido que van a hacer en recorridas con sus motos o camionetas al momento de entrada y salida de los estudiantes, a la mañana temprano, al mediodía, tardecita y noche. Pero eso va a depender de que los motorizados no tengan que cubrir otra cuestión. Fue un acuerdo de palabra, en el que les pedimos que nos acompañen, porque los sucesos fueron muchos, violentos y repetidos”.

“Estamos en tratativas de lograr fortalecer la seguridad para que los chicos y también los docentes vengan a trabajar tranquilos. Mi compromiso está”. Los alumnos esperan, mientras se mandan mensajes a los grupos de Whatsapp para salir todos juntos y cuidarse entre ellos, en una ciudad que no da respiro.