Los recientes hechos de violencia en los que estuvieron involucrados hinchas de Central y Newell's, con agresiones a símbolos de los clubes rivales, exigieron la aparición del ministro de Seguridad, Jorge Lagna, sobre todo después de que el presidente de Newell's, Ignacio Astore, lo acusara de tener “favoritismo” con Rosario Central:No se puede actual como hinchas”, dijo el funcionario en Radio 2.

Me comuniqué con (Ignacio) Astore, con (Rodolfo) Di Pollina y con (Pablo) Javkin y estamos trabajando en las situaciones que se dieron”, agregó el ministro en diálogo con La Primera de la tarde.

Y apuntó sobre las acusaciones del mandatario leproso: “No se puede actuar como hinchas, con la gente de Newell's nos vamos a reunir el miércoles porque el presidente tenía que viajar a San Juan por el partido de la selección”.

Luego, manifestó: "Nadie desconoce que jugué en Central hace como 40 años, pero mi función hoy no tiene nada que ver. Repudio lo que pasó con la estatua de Isaac Newell, esos vándalos abonaron aún más al clima de la ciudad".

Por otra parte, expresó que las balaceras a las estaciones de servicio y las escuelas habrían tenido la intención de generar un clima enrarecido previo a las elecciones: “Las estaciones no tuvieron ninguna amenaza, tienen un gremio ordenado, no hubo ningún atisbo de extorsión. Balearon una escuela en que ni siquiera se votaba, solo se quiere generar temor en la población y atacar al gobierno de turno”.

Sobre los motivos de la violencia en la ciudad en los últimos tiempos, dijo: “Hay indicios de que se quería generar un clima como el que se generó. El estado tiene que trabajar más fuerte que nunca. En los próximos días se van a ir conociendo los resultados de recientes allanamientos”.

Finalmente, habló del poder de los delincuentes dentro de las cárceles: “Estamos en estado de emergencia en el servicio penitenciario. No es mi área, pero si controlamos mal las cárceles tendremos más hechos afuera”.

En ese plano, describió cómo se manejan al respecto: “Nosotros nos reunimos con los fiscales de balaceras y escuchamos lo que se pergeña desde la cárcel. Hay mucha facilidad para conseguir un celular y hoy es un arma letal para ordenar desde una extorsión hasta una muerte. Los decomisamos de a miles, pero hay más.