Will Jordan es un norteamericano que aparentaba tener cualidades de una pareja ideal: estable, cariñoso y amable. O al menos eso es lo que pensó en un principio Mary Turner Thomson, una madre soltera escocesa que después de casarse con él y dar a luz a sus dos hijas, descubrió horrorizada que era un bígamo que tenía otra esposa y cinco prometidas. 

La mujer lo cuenta todo en su libro "El Psicópata", que saldrá a la venta en Reino Unido este 1° de marzo e incluye algunos de los estremecedores detalles sobre la relación que mantuvo con el estafador que engañó a decenas de mujeres.

El diario Daily Mail publicó un adelanto que incluye el relato en primera persona de la víctima y cómo montó una audaz operación encubierta que terminó con su marido tras las rejas y deportado a los EE.UU.

"El hombre del que me enamoré resultó ser un monstruo que no sólo dejaba embarazadas a las mujeres para estafarlas con dinero, sino que las torturó psicológicamente y abusó de ellas durante toda su vida, dejándolas incapacitadas mental, emocional y económicamente sólo para su propia diversión", cuenta Mary.

La mujer conoció a Jordan por Internet en el año 2000, cuando ambos tenían 35 años, y siendo una madre soltera que estaba recuperándose de una relación fallida, esperaba encontrar en el estadounidense guapo y seguro de sí mismo el amor de un hombre cariñoso. 

"Utilizó el tipo de técnicas que emplean los líderes de las sectas y los maltratadores, colmándome de amor desde el principio, antes incluso de que lo conociera", dijo Mary.

La mujer conoció a Jordan por Internet en el 2000 y se casaron dos años después. 

"Cuando empezamos a hablar por Internet, me envió largos correos electrónicos sobre su pasado y sobre la persona que era, y yo le conté mis sueños y aspiraciones. Nos escribíamos tres, cuatro, cinco veces al día. Se convirtió en algo embriagador. Me dejé llevar por el romanticismo", explicó. 

Además del encanto, Jordan también mintió descaradamente para ganarse su simpatía, afirmando que había tenido paperas de niño y que era infértil.

"Me gustó que un hombre me hablara tan abiertamente de sus sentimientos. Su infertilidad lo convertía en una perspectiva mucho más adecuada, ya que yo ya tenía una hija y quería una figura paterna en su vida. Todo fue fácil… pero era una mentira", agregó la mujer. 

La pareja se casó en 2002 y tuvieron dos hijos, Eilidh y Zach, con lo que Jordan la convenció de que se había curado milagrosamente de su infertilidad. 

También la convenció de que de que trabajaba para la CIA en el sector de la informática, como excusa para explicar por qué se ausentaba tan a menudo (para ver a su otra familia, como resultó) y que había hombres peligrosos que querían secuestrar a sus hijos.

"Suena descabellado, pero me dio pruebas, incluidos los cheques de pago. Estaba en un estado de pánico constante y creía que él era la única persona que podía mantenernos a salvo".

La pareja tuvo dos hijos y Jordan lo aprovechó para convercer a Mary de que se había curado milagrosamente de su infertilidad. 

Cuatro años después de lo que Mary creía que era un matrimonio feliz, una llamada telefónica puso su vida patas arriba: "Una mujer llamó y se presentó como la otra esposa de su marido, y reveló que había tenido cinco hijos con él. Mi mundo se hizo pedazos".

Pero los secretos de Jordan no terminaban ahí, ya que Mary se horrorizó al descubrir que también había sido víctima de una cruel estafa financiera: su esposo había falsificado su nombre en varias tarjetas de crédito, acumulando deudas por USD 78.000. También la convenció de que vendiera su casa, al parecer para pagar un rescate que impidiera a hombres peligrosos relacionados con su trabajo en la CIA secuestrar a sus hijos.

"Me había estado diciendo mentiras descaradas. No sólo tenía ya al menos seis hijos cuando lo conocí en el año 2000, sino que tanto su mujer como la niñera de su esposa estaban embarazadas de él en ese momento", contó Mary.

Jordan resultó ser un delincuente sexual convicto, que tenía cinco prometidas, dos esposas, y 13 hijos.

"Era un psicópata: parecía aburrido en el tribunal, como si le pusieran una multa de aparcamiento, y cuando lo sentenciaron no hubo ni un parpadeo de emoción. Sus ojos estaban muertos", dijo Mary, que escribió su experiencia en su primer libro, The Bigamist.

Mary logró que lo encarcelaran pero tras dos años y medio en una prisión británica, fue liberado y deportado a Nueva Jersey en 2009, para que siete meses después la historia volviera a repetirse.

Nuevas víctimas, ahora norteamericanas, la contactaron. Una mujer había quedado embarazada y sin hogar tras conocer a Jordan en un sitio de citas, otra era una mexicana con una hermana con síndrome de Down cuya familia él había arruinado económicamente.

La oportunidad de atraparlo llegó en 2014 cuando la enfermera estadounidense Mischele Lewis, de 36 años, se puso en contacto con Mary. "Al igual que yo, ella era una madre soltera que había estado en una situación infeliz antes de conocer a un hombre que parecía ser el señor correcto. Al igual que yo, se comprometió con él, perdió dinero con él y luego descubrió la verdad".

Mischele Lewis, otra de las víctimas de Jordan. 

Las dos mujeres idearon un audaz plan para que Mischele grabara en secreto a Jordan con una cámara oculta que llevaba como botón hasta que él confesara haberla estafado, y fue gracias a eso que la policía logró detenerlo y encarcelarlo.

Pero la historia no terminó ahí, ya que Jordan salió de la carcel en 2017 y siguió atacando a mujeres vulnerables, por lo que Mary llegó a tener la idea de escribir un libro para poder explicar, a partir de su propia experiencia, como es posible detectar los signos reveladores que exponen a un depredador como el que se cruzó en su vida. 

"Pensaba que era mi culpa, pero descubrí que tengo una alta puntuación en la escala de empatía, y Will Jordan se centra en las mujeres que son empáticas, poniéndolas a prueba desde el principio para ver si se compadecen de sus historias de sollozos sobre una infancia terrible", contó.

También agregó: "Solía culparme por haberme dejado engañar por él, pero me di cuenta de que la razón por la que las mujeres como yo somos tan confiadas es que, como empáticas, nunca haríamos algo tan horrible a otra persona, simplemente no entra en nuestros procesos de pensamiento".

Mary también se lamentó por el hecho de que Jordan siga cometiendo las mismas atrocidades: "En el último recuento tenía 14 hijos. Nunca va a parar. Es un psicópata sin capacidad de amar y sin conciencia. Todo lo que puedo hacer ahora es advertir a otras mujeres sobre él".