Jonás necesita ayuda. Tiene autismo y la obra social de sus padres decidió dejar de cubrirlos. El reclamo de sus padres, Lázaro y Jorgelina, radica en que no pueden asumir los gastos de los medicamentos y los profesionales de la salud. Por eso, hicieron un reclamo ante la Justicia para que la Obra Social del Personal de la Industria del Vidrio se haga cargo.

Según contó Jorgelina, el año pasado “echaron sin causa” a Lázaro de la cristalería para la que trabajaba. Apenas ocurrió le cortaron la cobertura médica: “Incluso nos deben reintegros y no nos reconoce la medicación”, aseguró la mujer. 

Los padres describieron los padecimientos de Jonás, que se violenta, se autolesiona y está necesitando con urgencia la ayuda de los profesionales.

“Hace 58 días que no tenemos obra social, el 1 de julio nos dieron de baja, interpusimos un amparo el 31 de julio”, dijo Jorgelina en El Tres. Y agregó: “En el amparo entró una defensora de menores que está pidiendo que se dejen de vulnerar los derechos del niño y del discapacitado, pero la obra social no responde y no tenemos la medida cautelar porque la jueza no nos la da”.

"Desde la obra social nos dicen que no tenemos aportes, pero la Afip y la superintendencia de Salud informó que nuestros aportes están ahí”, dijo Jorgelina.

“Hoy yo tengo a Jonás y su hermana sin tratamiento, los dos con certificado de discapacidad vigente. Nos recetaron medicación porque él se está autolesionando, lo vemos en crisis, y no podemos comprarla. Estamos desesperados. Necesitamos que se cumpla el derecho a la salud”, confiaron con angustia. 

“A nosotros nos resulta imposible pagar de manera particular los tratamientos. Jonás hace terapia ocupacional, fonoaudiología, psicología y necesita una acompañante. Su hermana hace psicopedagogía y fonouadiología. Cada una de esas terapias cuestan entre 8 y 9 mil pesos", cerró Jorgelina.