Un metaanálisis publicado en Nature Communications encontró que los tratamientos con placebo para disminuir una dolencia, conocidos como analgesia con placebo, reducen la actividad relacionada con el dolor en múltiples áreas del cerebro.  

Los estudios anteriores de este tipo estaban basados en investigaciones a pequeña escala, por lo que hasta ahora los científicos no habían podido determinar si los efectos neuronales del efecto placebo se mantendrían en muestras más grandes. 

Esta reciente investigación, que representa el primer metanálisis a gran escala y que incluye imágenes de todo el cerebro de los participantes, permitió a los investigadores observar partes del cerebro que no tenían suficiente resolución para mirar en el pasado.   

Los resultados de un total de 20 estudios de neuroimagen con 600 participantes sanos proporcionan una nueva perspectiva sobre el tamaño, la localización, la importancia y la heterogeneidad de los efectos del placebo sobre la actividad cerebral relacionada con el dolor.  

Los estudios


La investigación refleja el trabajo de un esfuerzo de colaboración internacional del Placebo Neuroimaging Consortium, dirigido por Tor Wager, del departamento de neurología del Hospital Universitario de Essen.

"Nuestros hallazgos demuestran que los participantes que mostraron la mayor reducción del dolor con el placebo también revelaron las mayores disminuciones en las áreas del cerebro asociadas con la construcción del dolor", explica el coautor Wager, quien también es el investigador principal del Laboratorio de Neurociencia Cognitiva y Afectiva en Dartmouth.

"Todavía estamos aprendiendo cómo el cerebro construye las experiencias de dolor, pero sabemos que es una mezcla de áreas del cerebro que procesan la información del cuerpo y los involucrados en la motivación y la toma de decisiones", agregó.  

El especialista detalló que "el tratamiento con placebo redujo la actividad en áreas involucradas en la señalización temprana del dolor desde el cuerpo, así como circuitos motivacionales no relacionados específicamente con el dolor".

En todos los estudios del metaanálisis, los participantes habían indicado que sentían menos dolor; sin embargo, el equipo buscó averiguar si el cerebro respondió al placebo de una manera significativa.

Los resultados


El tálamo, que sirve como puerta de entrada para imágenes y sonidos y todo tipo de información motora sensorial, tiene muchos núcleos diferentes que actúan como estaciones de procesamiento para diferentes tipos de información sensorial.

Los resultados mostraron que las partes del tálamo que son más importantes para la sensación de dolor fueron las más afectadas por el placebo. Además, también se vieron afectadas partes de la corteza somatosensorial, que son parte integral del procesamiento temprano de las experiencias dolorosas.

El efecto placebo también afectó a los ganglios basales, que son importantes para la motivación y para conectar el dolor y otras experiencias con la acción: "El placebo puede afectar lo que haces con el dolor y cómo te motiva, lo que podría ser una parte más importante de lo que está sucediendo aquí. Está cambiando el circuito que es importante para la motivación", explicó Wager. 

Los hallazgos también revelaron que los tratamientos con placebo reducen la actividad en la ínsula posterior, que es el único sitio de la corteza que puede estimular e invocar la sensación de dolor.

Investigaciones anteriores han demostrado que la corteza prefrontal, que ayuda a realizar un seguimiento del contexto del dolor y a mantener la creencia de que existe, se activa en previsión del dolor bajo los efectos del placebo. 

Los efectos del placebo probablemente involucran una combinación de mecanismos que pueden diferir según el paradigma del placebo y otros factores individuales.

Otro trabajo en el laboratorio de Wager ha descubierto que repensar el dolor mediante el uso de imágenes y narraciones normalmente activa la corteza prefrontal, pero la aceptación consciente no lo hace. Los efectos del placebo probablemente involucren una combinación de estos tipos de procesos, dependiendo de los detalles de cómo se administra y las predisposiciones de las personas.

"Nuestros resultados sugieren que los efectos del placebo no se limitan únicamente a los procesos sensoriales/nociceptivos o cognitivos/afectivos, sino que probablemente involucran una combinación de mecanismos que pueden diferir según el paradigma del placebo y otros factores individuales", explica el especialista. 

Comprender los sistemas neuronales que utilizan y moderan las respuestas al placebo tiene importantes implicaciones para la atención clínica y el desarrollo de fármacos. 

Las respuestas al placebo podrían utilizarse de una manera específica para el contexto, el paciente y la enfermedad. El efecto placebo también podría aprovecharse junto con un fármaco, cirugía u otro tratamiento, ya que podría mejorar potencialmente los resultados del paciente.