Trabajadores y propietarios de salones de fiestas y boliches se manifestaron este viernes por la noche en Oroño y Jujuy, ya que entienden que son los únicos que no pudieron abrir tras finalizada la cuarentena más estricta.

Los manifestantes llevaban carteles con numerosas consignas, entre ellas, pidieron al gobierno una mesa de diálogo, más apoyo económico y protocolos para volver a trabajar: "De otra forma nos caemos todos", dijo una asistentes a la marcha.

En ese marco, expresaron que las "confiterías van a desaparecer" y que lo que se hace es "clandestino y más peligroso desde el punto de vista sanitario". Y pidieron "entretenimiento seguro y legal"

Los trabajadores del sector denunciaron "falta de empatía con el rubro" ya que la mayoría de los empleados volvieron a sus puestos de trabajo.

"Nos preocupa porque no estamos en la agenda y hay muchísimas familias que dependen de estos trabajos. Hoy mandan a los pibes a la clandestinidad", indicó otro de los asistentes a la marcha.