En el mediodía de este sábado, una mujer realizó un hallazgo en San Lorenzo que conmovió a esa localidad. Cuando se disponía a tirar la basura en un contenedor ubicado en General López al 1000 encontró dentro del tacho un féretro pequeño que había sido arrojado allí.

Si bien los vecinos y policías que arribaron al lugar sospecharon que podía tratarse de los restos de un niño, horas más tarde, descubrieron que el esqueleto era de un gato. Lo confirmó el antropólogo Juan Nóbile luego de trabajar con dichos restos óseos.

La vecina avisó al 911 que se hizo presente en el lugar y realizó las primeras pericias pertinentes para develar quién lo dejó en ese lugar y los motivos por los que lo hizo.

Tras tomar capturas digitales de todo lo hallado, los agentes procedieron a cargar el contenedor en una camioneta del Comando Radioeléctrico para trasladarlo y continuar con el trabajo.

El ataúd se encontraba en buen estado de conservación y en su tapa tenía una placa con un posible nombre o apodo y las fechas que serían de nacimiento y muerte. La sospecha era que se trataba de un menor de edad pero era en animal.