"Esto está cada vez peor", dijo un vecino que camina hace más de diez años el arroyo Ludueña. Sin o con poquísima agua, aflora la basura y las embarcaciones quedan encalladas.

El Tres recorrió las aguas de este sector y sorprendió el olor nauseabundo y la contaminación que se ve con facilidad.

"El olor y la imagen te dice todo. Esta era nuestra pileta de verano. Están tirando porquerías cloacales y el agua es blanca. Tambien hay cuatro caños del shopping que desembocan acá y nadie controla", dijo el vecino. 

"Nadie les dice nada a la gente que hace esto. Hay que decirle que acá no se tira nada. Lo más llamativo de este lugar es que una vez saqué un perro que estaba debajo del puente. Esto es tierra de nadie", concluyó.

La prolongada sequía se ve reflejada en los distintos afluentes del río Paraná. (Foto: Alan Monzón/Rosario3)