El volcán de La Palma entró en erupción hace casi cuatro semanas y desde entonces la lava no ha dejado de fluir desde el interior de la isla, bajando por las laderas de Cumbre Vieja hasta llegar al mar y destruyendo todo lo que queda a su paso. Algunas casas y lugares, no obstante, han tenido la suerte de sobrevivir al paso del río de lava.

Ese es el caso de dos estanques de Todoque, uno de los primeros poblados en ser alcanzados por la lava y el lugar en el que se refugiaron varios perros y gatos, que en poco tiempo quedaron atrapados.

Para ayudar a los animales, una empresa de drones empezó a arrojar agua y comida desde el aire para alimentarlos, un hecho que se hizo viral cuando la cuenta de la asociación protectora de animales Leales.org lo compartió en redes sociales.

Pero esa solución, que ya lleva casi una semana en funcionamiento, tiene sus límites, como advierten en la isla. Aerocamaras, una empresa gallega, también está viendo cómo capturar a los animales con los drones para sacarlos del estanque y llevarlos a lugar seguro, a 450 metros de distancia de donde están actualmente.

"Es una maniobra sin precedentes, no se ha hecho nunca en el mundo. Pero es eso, o permitir que mueran", le dijo a El País Jaime Pereira, CEO de la compañía, al tiempo que explicó que usarán un dron especial pensado para transportar mercancías a barcos para elevar a los perros.

El artefacto mide dos metros de diámetro y puede levantar hasta 24 kilos de peso. Por supuesto, el problema mayor es lograr que el animal entre en la red de captura y luego se quede allí cuando el dron se eleva.

"Si se produjese algún problema, hemos previsto un sistema de suelta rápido para volver a dejar al animal en el suelo", indicó el experto, que más allá de lo técnico enfrenta otra limitación: los vuelos en dron para transportar seres vivos no están autorizados, y menos el Parque Nacional de la Caldera de Taburiente, que ha sido declarado zona de exclusión.

Sin embargo, en Aerocamaras confían en que recibirán la aprobación de las autoridades.