Tras el ataque a balazos contra una casa ubicada frente a un comedor rosarino, el referente del espacio relató en Radio 2 que decidió cerrar sus puertas para preservar la vida de los niños y voluntarios del lugar. Sin embargo, al tomar conocimiento de semejante decisión, se dispuso un patrullaje en el horario en el que los niños concurren.

"Tenemos más de 48 familias que asisten. Hoy estamos evaluando si abrimos o no, la gente está preguntando y eso se ve día a día. Hay otros comedores a algunas cuadras. Los chicos necesitan el plato de comida, no podemos estar así", lamentó el referente en Radiópolis (Radio 2). 

El jefe de la comisaría del barrio, entonces, se puso en contacto con el encargado del merendero –cuya identidad se preserva, al igual que la del comedor–  y se estableció un servicio de patrullaje preventivo desde las 17 a las 18.30, momento en el cual se presenta la mayor cantidad de personas en el merendero.

Tanto el lunes como el martes y miércoles el comedor estuvo cerrado, pese a la necesidad de muchos chicos del barrio que van por un plato de comida caliente cuando salen de la escuela.