Una situación insólita se dio en el segundo tiempo del clásico francés entre Olympique de Marsella y PSG, en el Stade Velodrome, por la Ligue 1. A los 72 minutos de juego, cuando Lionel Messi encabezaba un contragolpe en velocidad, un intruso saltó al campo e interrumpió la inspiración del argentino. Debió intervenir la seguridad para que el cotejo pudiera reiniciarse.

48 horas después del hecho, la policía aún mantiene detenido a esta persona a la que aún no han logrado identificar. Más grave aún es que no se trataría de un hincha del Marsella, como se pensó en un primer momento, sino de alguien externo que nada tendría que ver con el club.

Según RMC Sport, el individuo que ingresó al campo del Stade Vélodrome aún no pudo ser identificado, ya que es un indocumentado, que no habla francés por lo que la policía no pudo averiguar aún el verdadero motivo por el que invadió el campo de juego.

El mismo medio indicó también que durante el interrogatorio el individuo parecía “inconsistente y difícil de explicar en francés. Es un indocumentado que no tiene domicilio fijo en la región“.

Desde la Ligue 1 analizan si el Marsella debe ser sancionado por la falta de seguridad en el estadio, que se sumaron a las acciones hostiles de la hinchada local que le arrojó objetos contundentes (encendedores y botellas) a los futbolistas del PSG cuando, por ejemplo, se disponían a tirar un corner.

De hecho, el diario Le Parisien indica que la invasión de cancha del intruso, que persiguió a Messi por todo el campo de juego, corre el riesgo de ser considerado una falta grave de seguridad. ¿Quién sabe qué hubiera pasado si esta persona hubiera tenido la intención de dañar la integridad física de un parisino?, se pregunta el matutino.

El comité de disciplina de la liga de Francia se reunirá mañana miércoles para evaluar los diferentes hechos que hubo en el partido y determinará si el club de Marsella está sujeto a una sanción que va desde la quita de puntos hasta la suspensión de su estadio.