Lívia tenía programado el parto para 24 horas después, y al sentir las primeras contracciones se dispuso a acudir al hospital donde tenía previsto el alumbramiento junto a su marido, Jordi. Lo que la pareja no esperaba es que su hijo vendría al mundo a la salida del ascensor del edificio en el que viven en la población barcelonesa de Sitges, en España.

La mujer se encontraba en la semana 38 de embarazo y al notar fuertes doloeres, ella y su pareja tomaron las cosas del bebé y enviaron a la escuela a su hijo mayor.  Al salir del ascensor, sin embargo. Lívia rompió bolsa y el dolor le impidió dar pasos, por lo que acabó dando a luz a su hijo allí mismo.

El parto lo registró la cámara de seguridad del edificio donde viven y cuyas imágenes emitió el pasado martes el programa Tot es mou de TV3. "No me lo hubiera imaginado nunca, estaba flipando", explicó la madre con su recién nacida, Laia Victòria, junto a ella. 

El padre, Jordi, añadió que se encontraron además de con el parto inesperado en un lugar igual de inesperado con el problema de que la niña nació con dos vueltas del cordón umbilical alrededor del cuello. Gracias a la ayuda de una mujer y a la rápida llegada de los servicios médicos, ya en el centro sanitario se le retiró la placenta y se le cortó el cordón umbilical, según publicó 20Minutos.