Una familia de Funes se trasladó hasta Zeballos al 2100, en el macrocentro de Rosario, para festejarle el cumpleaños a Cristian, el cuidacoches de la cuadra que nunca había celebrado con torta ni le habían cantado el cumpleaños feliz.

“Me sorprendí, me hizo caer una lágrima, todo junto”, dijo el joven de flamantes 29 años a Radio 2, aún impactado por el gesto de una familia entera. “Es lo mejor que me pudo pasar en la vida porque nunca me dijeron «feliz cumpleaños», y donde menos lo esperaba”, definió.

Minutos antes, Maricel contó cómo se conocieron y se gestó esta historia. Dijo que hace unos meses empezó a visitar la zona de Zeballos entre Oroño y Balcarce, donde trabaja Cristian, por unas revisiones médicas y le dejaba el auto.

“Un día él estaba muy enojado porque alguien le había pagado con una moneda extranjera y él decía que no era nadie, que era un NN y que no podía cambiar ese dinero que le daban. Estaba enojadísimo”, relató en el programa El Contestador.

La mujer intentó calmarlo y de buena manera le sugirió valorar “lo que tenemos”. Entonces, el joven le respondió: “Señora, usted quiere hacerme llorar, yo no tengo nada, no sé ni el día que nací (no tiene DNI) y nunca me festejaron un cumpleaños”.

Después de una larga charla, Maricel tomó nota de que Cristian (también le dicen Ariel) nunca había soplado una velita en su cumpleaños y se agendó el día. Dos meses después, hoy, preparó unos carteles, una torta y se vino desde Funes con toda la familia.

El festejo de cumpleaños en Zeballos al 2100

“Salieron los vecinos, mis hijos grabaron y sacaron fotos, le han dado dinero”, resumió la fiesta improvisada en la calle.

La naracción la completó el propio cumpleañero. “Es lo mejor que me pasó en todo el día –empezó–, es la bendición de ellos, que sean alegres, es la mejor gente, que disfruten la vida porque no hay mucha gente como ellos”.

Sobre su reacción cuando los vio llegar con la torta, dijo: “Me sorprendí, me hizo caer una lágrima, todo junto. Vino con la familia entera, hasta con los hijos, me hizo llorar”.

“Me cantaron el feliz cumpleaños y es lo mejor que me pudo pasar en la vida porque nunca me dijeron «feliz cumpleaños», y donde menos lo esperaba”, siguió y agregó: “Lo re valoro en el corazón".

La alegría de Cristian traspasaba el móvil de Radio 2 y ante la pregunta del periodista Ever Arnoldo, confesó: “El cartelito me lo dejo de recuerdo”. Él y su hermano, aseguró, estaban emocionados. Cosas que ocurren (y no siempre se conocen) en las calles de la ciudad.