Gracias a una intervención que llevó cerca de nueve horas, una mujer de 26 años recibió un útero sano de una donante fallecida. Se trató del primer trasplante de este tipo realizado en Estados Unidos.

Para las mujeres que nacen sin útero, o les fue extraído o simplemente está dañado, la implantación de un órgano sano de un donante vivo o muerto ofrece la posibilidad de concebir y dar a luz a sus propios hijos.

Hasta el momento, Suecia es el único país en donde los trasplantes de útero han tenido éxito. El primer nacimiento de un útero trasplantado tuvo lugar en septiembre de 2014. Se trató de una mujer de 36 años que había nacido sin útero. Esto es a menudo causado por el síndrome de Mayer-Rokitansky-Küster-Hauser, un trastorno que afecta a 1 de cada 4.500 niñas recién nacidas.

Nueve mujeres en total recibieron trasplantes procedentes de donantes vivas. Cinco de las donantes eran madres de las destinatarias, lo que significa que esos bebés nacerían de la misma matriz.

En el camino, hubo dos intentos fallidos de trasplante en Arabia Saudita en 2000 y Turquía en 2011. Y ahora la Clínica de Cleveland de Ohio realizó con éxito la cirugía y marcó un antes y después en un trasplante de este tipo.

Cómo se realiza la intervención

En primer lugar, los cirujanos extirpan el útero y parte de la vagina de la donante, en este caso, una que había fallecido, ya que es una cirugía arriesgada que implica la separación de los vasos sanguíneos del útero que están estrechamente enrollados alrededor de la vejiga.

A continuación, el útero se transfiere a la paciente receptora. Los cirujanos conectan una arteria y una vena en cada lado del útero para integrarlo al suministro de sangre. Una pieza de tejido vaginal de la donante se une a la vagina del destinatario, y el tejido de soporte se une a la pelvis para asegurar que el órgano esté en su lugar. No es necesario conectar ningún nervio.

Después de la cirugía, la mujer deberá tomar medicamentos para evitar que su sistema inmunológico rechace el nuevo órgano. Luego, habrá que esperar un año antes de intentar quedar embarazada por fecundación in vitro, en donde un óvulo es fertilizado para luego implantarse en el útero. (La mujer no será capaz de quedar embarazada de forma natural, ya que sus ovarios no estarán conectados al útero).

Además, sus bebés nacerán por cesárea, ya que el útero trasplantado probablemente será demasiado frágil. Este útero será capaz de soportar uno o dos embarazos y luego los médicos tendrán que retirarlo para que la mujer pueda dejar de tomar medicamentos anti-rechazo.

Además de los riesgos típicos de una infección, existe el riesgo de que los medicamentos contra el rechazo que toma la madre puedan hacer daño al feto. Sin embargo, muchas mujeres que toman estos medicamentos para otros trasplantes de órganos han tenido bebés sanos. Pero estas mujeres podrían estar expuestas a contraer preeclampsia, una condición que implica la presión arterial alta, y que produce que sus bebés tiendan a ser más pequeños de lo normal.