Una persona murió y otras dos resultaron heridas el último viernes cuando sicarios disfrazados como policías tirotearon el pesaje de boxeo en un hotel en Dublín.

Los fanáticos que presenciaban la actividad huyeron aterrorizados cuando los hombres, que se cree que estaban armados con metralletas, abrieron fuego en el acceso al Hotel Regency.

La policía identificó a las víctimas como hombres entre los 20 o 30 años. Uno murió en el lugar, y los dos otros fueron hospitalizados con heridas graves, informa ESPN.


Se intenta determinar el motivo del ataque, aunque dijeron que podría tratarse de una guerra de pandillas.

Uno de los protagonistas de la pelea prevista para este sábado –y que fue cancelada– es Jamie Kavanahg, cuyo padre había sido condenado por narcotráfico cuando fue asesinado en 2014 en España.

El púgil tenía programado pelear contra Joao Bento por el título europeo de la Organización Mundial de Boxeo del peso ligero.

"Todos me preguntan, estoy bien, gracias por preguntar. Fui muy afortunado hoy, es todo lo que puedo decir", expresó Kavanagh a través de su cuenta de Twitter.

Por su parte, el Consejo Mundial de Boxeo, y su presidente Mauricio Sulaimán, condenan este acto de violencia. “Enviamos a los familiares de las víctimas sus más sentidas condolencias", se lee en un comunicado por parte del organismo con sede en la Ciudad de México.