Toda una sorpresa. En un aeropuerto no hay lugar en el que haya más virus concentrados que las bandejas de plástico en la que depositamos el celular y las monedas sueltas que llevamos en los bolsillos. Al menos, en el aeropuerto de Helsinki-Vantaa, que es el que los investigadores de la Universidad de Nottingham y el Instituto Finés para la Salud y el Bienestar han puesto bajo el microscopio.

En su estudio, publicado en BMC Infectious Diseases y centrado en cómo los virus respiratorios son transmitidos, los investigadores encontraron las más altas concentraciones de patógenos en esas bandejas, y los virus más habituales eran rhinovirus, causantes del resfrío común, pero también había gripe A.

También había patógenos en el aire, los mostradores de control de pasaportes, las pantallas táctiles, en las zonas de juego infantil y las pasarelas de las escaleras. Los sanitarios de los baños, que tanta mala fama tienen, eran en cambio bastante inocuos. No se detectó ni un solo virus en todas las muestras que se llevaron a cabo.Tal vez tendrían que poner lavabos, para limpiarse las manos con jabón a conciencia, a la salida de los controles de seguridad, además de en los baños.

Los autores recomiendan ofrecer líquidos con base de alcohol para las manos (aunque lo más efectivo contra los rhinovirus es el jabón) tras pasar los controles e incrementar la frecuencia con la que las bandejas son desinfectadas. Según sus hallazgos, no existe rutina de desinfección alguna para ellas.

Fuente: 20minutos.es