"Estamos trabajando para que la sanción sea lo más baja posible". El vicepresidente de Rosario Central, Ricardo Carloni, dijo que la dirigencia canalla aún tiene esperanzas de poder reducir el castigo que estudia la Secretaría de Seguridad Deportiva luego de la agresión que sufrió el director técnico de Tigre, Gustavo Alfaro: que el equipo de Arroyito juegue los próximos dos o tres partidos de local a puertas cerradas.

Carloni, en diálogo con el programa Radiópolis, que conduce Roberto Caferra en Radio 2, dijo que no puede ser que "por un imbécil paguemos 45 mil hinchas sin poder ver a nuestro equipo en la cancha".
El dirignte explicó que la Secretaría de Seguridad manifiesta que "hay una sucesión de hechos", como la agresión al arquero Agustón Orión antes del partido con Boca por la Sudamericana, e incidentes en los partidos con Lanús y Racing , que agravan la situación de Central.

Y explicó que el club prepara su descargo también con la preocupación de que no haya amonestaciones, pues en ese caso se puede llegar a la pérdida de puntos.

En ese sentido, dijo que se están planeando obras para proteger a los bancos de suplentes y otros puntos que pueden ser críticos.