Al menos 63 personas murieron entre este sábado y domingo en atentados que se registraron en El Cairo y Estambul. Un artefacto explosivo detonó este domingo en un complejo en que se encuentra la Catedral cristiana copta de la capital egipcia en la que fallecieron al menos 25 personas. Horas antes, dos explosiones afectaron el centro de la ciudad turca con un saldo de 38 víctimas fatales

Al menos 25 personas murieron hoy y otras 49 resultaron heridas en un atentado contra el complejo eclesiástico donde se encuentra la Catedral cristiana copta de El Cairo, dijo a efe el portavo. del Ministerio de Sanidad, Sharif Wadia.

Según Wadia, que visitó el lugar junto al ministro del Interior, Magdy Abdelgafar, entre los heridos hay numerosas personas en estado grave.

Una fuente de seguridad dijo a Efe que el atentado fue perpetrado con un artefacto explosivo colocado en la puerta de la Iglesia de San Pedro, situada junto a la Catedral copta de San Marcos y la sede del patriarca de la Iglesia Ortodoxa Copta, Teodoro II, en el barrio de Al Abasiya.

La explosión tuvo lugar durante el transcurso de una misa en la que participaba un gran número de fieles, según la fuente, que explicó que la entrada de la iglesia donde se colocó el explosivo, da a la transitada calle Ramsis y no al interior del complejo catedralicio.

Las fuerzas de seguridad han impuesto un cordón en torno a la zona donde han acudido numerosas ambulancias.

El diario egipcio Youm al Sabaa mostró imágenes del interior de un templo ortodoxo en el que se pueden ver los destrozos causados por la explosión y manchas de sangre en el suelo.

Las fuente de seguridad agregó que la policía está registrando la zona por temor a que haya más bombas.

Hasta el momento ningún grupo ha reivindicado el ataque.

Este atentado se produce dos días después de la muerte de 6 policías en otro ataque con bomba cerca de las Pirámides de Guiza, en el oeste de El Cairo, que fue asumido el casi desconocido grupo Movimiento de los Brazos de Egipto-Hasm ("Determinación").

Las fuerzas de seguridad egipcias hacen frente a recurrentes atentados terroristas, especialmente en la península del Sinaí, desde julio de 2013.

Sin embargo, los atentados contra civiles o cristianos no son habituales en el país.

Dos ataques con bomba y un tiroteo sacudieron Estambul en la noche del sábado, dejando 38 muertos y unos 155 heridos, según información del ministro de Interior de Turquía, Süleyman Soylu

, anunció hoy que los fallecidos por el doble atentado de anoche en Estambul han aumentado a 38 y hay 155 heridos.

Soylu afirmó que de los 38 fallecidos, 30 son policías y que los indicios apuntan que el ataque fue perpetrado por el grupo armado Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK).

Tenemos 38 muertos: 30 policías, siete civiles y la identidad de una persona todavía tiene que ser determinada", declaró el ministro del Interior en una rueda de prensa en Estambul.

Soylu dijo que las primeras evaluaciones apuntan al PKK y que hay 13 detenidos relacionados con el doble atentado.

En unas declaraciones anteriores, el ministro ya había anunciado el arresto de 10 personas por su vinculación con el coche bomba que estalló en las inmediaciones del estadio del club de fútbol Besiktas.

"Tenemos información sobre cómo sucedió y cómo se organizó, pero no podemos decir más porque las operaciones están en curso", indicó.

Por su parte, el ministro de Sanidad, Recep Akdag, dijo que había 155 heridos hospitalizados, de los que 14 se encontraban en cuidados intensivos.

Poco antes, el viceprimer ministro turco, Numan Kurtulmus, ya había dicho que los indicios apuntaban a la autoría del PKK.

Kurtulmus aseguró que el objetivo eran las fuerzas de seguridad y que en el coche bomba se utilizaron al menos 300 o 400 kilos de explosivos.

El primer ataque tuvo lugar  cuando un coche bomba estalló cerca de un vehículo de transporte de la policía antidisturbios situado frente al estadio del Besiktas.

Unos 45 segundos más tarde, un suicida se hizo explotar en medio de un grupo de policías en el cercano parque de Maçka.

Las dos deflagraciones ocurrieron unos 90 minutos después del final del partido que disputó el Besiktas con el Bursaspor, cuando los espectadores ya habían abandonado el recinto.