Uno de cada diez conductores dio positivo en los controles de alcoholemia realizados en Rosario entre la noche del sábado y la madrugada de este domingo. En total, 23 vehículos fueron trasladados al depósito municipal por diferentes infracciones.

Los traslados se realizaron en el marco de un extenso procedimiento efectuado por personal de la Secretaría de Control y Convivencia Ciudadana junto con efectivos de la Unidad Regional II de la Policía de Santa Fe.

El secretario Gustavo Zignago confirmó que se llevó adelante un procedimiento preventivo y de control sobre el tránsito y la circulación en las zonas que son más frecuentadas durante los fines de semana con fines recreativos. “Se concretaron unas 150 intervenciones sobre autos y motos en las que se solicitaron a los conductores documentación y elementos de seguridad obligatorios y además, se evaluaron las condiciones de conducción”, explicó.

El resultado fue la remisión de 20 autos y 3 motos al corralón municipal. De ese total, 15 unidades fueron trasladados por alcoholemia positiva. “Son casos en los que los conductores, al ser sometidos a test de alcoholemia, arrojaron niveles de alcohol en sangre no permitidos para la conducción”, señaló.  El porcentaje más elevado que se registró fue de 1,55 gramos de alcohol por litro de sangre.

“Es por eso que el alcohol al volante es una conducta que tiene que desaparecer para dar lugar a nuevos hábitos saludables y más democráticos. Hagámoslo entre todos”, instó Zignago.