Monseñor Agustín Radrizzani, arzobispo de Mercedes-Luján, es amigo y colega de Jorge Bergoglio, el nuevo Papa Francisco. Celebrando la noticia, este jueves se refirió a las características públicas y al carácter del flamante Pontífice. Aseguró que el titular de la Iglesia Argentina “no es influenciable” y negó que haya sido jefe de la oposición.
En diálogo con el periodista Alberto Lotuf ( A Diario, Radio 2), Radrizzani contó que una de las últimas misas que dio Bergoglio fue en Luján, en octubre.
“Le habló a los jóvenes y les pidió que estén atendos del demonio. Como dijeron que esa frase estaba adjudicada a la Casa Rosada me preguntó: «¿Te parece que quise aludir al gobierno?» Después de eso bajó los decibeles, comenzó a hablar menos. Se sintió mal interpretado. Entonces empezó a ser más cauto, a hablar del Evangelio. Lo habían tildado como el capo de la oposición”, relató el sacerdote. Sin embargo, aseguró que no por eso estuvo “deprimido sino cuidadoso”.
También Radrizzani aseguró que al nuevo papa “no le agrada viajar” y que su costumbre es dar gestos. “A la gente le impacta más un gesto que una palabra”, indicó.
Uno de los gestos que mencionó fue el ocurrido en su primer día como jefe de la Iglesia Católica. “Se fue a Santa María mayor en colectivo. Compadezco a los encargados de seguridad pero si está convencido de algo, parte en cuarta. Eso nos da mucha alegría”, explicó y dijo que además es “significativo que haya elegido nombre de Francisco”
Por otra parte, se refirió a la salud del Pontífice. Recordó que le falta un pulmón y que por eso “es muy cuidadoso del frío”.
“Tiene una cabeza lucidísima pero el cuerpo desgastado. No dudaría que renuncie como lo hizo Benedicto XVI”, dijo.
“No es influenciable. Lo veo un hombre de coraje también. El va a lograr todo lo mas que pueda para dar una imagen de sencillez, de fe y de humildad”, aseguró monseñor Radrizzani.
Finalmente también se refirió a la renunia de Benedicto XVI y sostuvo que fue un hecho similar al anuncio del Concilio Vaticano II porque “se sacude toda la estantería”.
En diálogo con el periodista Alberto Lotuf ( A Diario, Radio 2), Radrizzani contó que una de las últimas misas que dio Bergoglio fue en Luján, en octubre.
“Le habló a los jóvenes y les pidió que estén atendos del demonio. Como dijeron que esa frase estaba adjudicada a la Casa Rosada me preguntó: «¿Te parece que quise aludir al gobierno?» Después de eso bajó los decibeles, comenzó a hablar menos. Se sintió mal interpretado. Entonces empezó a ser más cauto, a hablar del Evangelio. Lo habían tildado como el capo de la oposición”, relató el sacerdote. Sin embargo, aseguró que no por eso estuvo “deprimido sino cuidadoso”.
También Radrizzani aseguró que al nuevo papa “no le agrada viajar” y que su costumbre es dar gestos. “A la gente le impacta más un gesto que una palabra”, indicó.
Uno de los gestos que mencionó fue el ocurrido en su primer día como jefe de la Iglesia Católica. “Se fue a Santa María mayor en colectivo. Compadezco a los encargados de seguridad pero si está convencido de algo, parte en cuarta. Eso nos da mucha alegría”, explicó y dijo que además es “significativo que haya elegido nombre de Francisco”
Por otra parte, se refirió a la salud del Pontífice. Recordó que le falta un pulmón y que por eso “es muy cuidadoso del frío”.
“Tiene una cabeza lucidísima pero el cuerpo desgastado. No dudaría que renuncie como lo hizo Benedicto XVI”, dijo.
“No es influenciable. Lo veo un hombre de coraje también. El va a lograr todo lo mas que pueda para dar una imagen de sencillez, de fe y de humildad”, aseguró monseñor Radrizzani.
Finalmente también se refirió a la renunia de Benedicto XVI y sostuvo que fue un hecho similar al anuncio del Concilio Vaticano II porque “se sacude toda la estantería”.
