Científicos británicos han anunciado que el primer trasplante exitoso de útero en seres humanos podría efectuarse en el plazo de dos años, lo que abriría un nuevo camino a las mujeres que no pueden tener hijos de manera natural

Las conclusiones del estudio fueron presentadas ante una conferencia sobre fertilidad celebrada en Atlanta (Estados Unidos), donde el ginecólogo jefe del Hammersmith Hospital de la capital británica, Richard Smith, explicó que el siguiente paso consistirá en someter a otras cobayas trasplantadas a un tratamiento de fertilidad.

A partir de ahí, se experimentará en mamíferos más grandes, con la esperanza de poder aplicarlo en el futuro en seres humanos. Smith recordó que en Arabia Saudí ya se intentó un trasplante de útero de una donante viva, que fue rechazado por la recipiente.

Todo apunta, afirmó el ginecólogo, a que se fracasó porque los cirujanos que lo realizaron no habían dado todavía con la manera de conectar las arterias y venas que intervienen en el funcionamiento del útero, lo que dejó al órgano sin el oxígeno necesario.

Lo novedoso en este caso, añadió, "es que hemos conseguido resolver el misterio de cómo lograr un trasplante con éxito y plenamente vascularizado", ya que la operación que se propone incluye el injerto del útero con todas sus venas y arterias.

La idea cara al futuro es que el útero sólo permanezca trasplantado durante el tiempo que duren la gestación o gestaciones de la madre en cuestión, y el único obstáculo en teoría será que las trasplantadas tendrán que ser sometidas a una cesárea porque el órgano injertado no soportaría un alumbramiento natural.

Además, la concepción tendrá que ser el resultado de un tratamiento de fertilidad, porque las mujeres con un útero trasplantado correrán un riesgo mayor de sufrir un embarazo ectópico, una complicación del embarazo en el que el óvulo fertilizado se desarrolla en tejidos distintos a los de la matriz.

Este eventual paso adelante en los tratamientos de fertilidad suscitó escepticismo entre otros profesionales del sector.

El presidente de la Sociedad Británica de Fertilidad, Tony Rutherford, manifestó: "creo que hay una gran diferencia entre demostrar la eficacia de este tratamiento en una coneja y ser capaz de hacerlo en animales más grandes o en un ser humano".

Clara Lewis-Jones, de la red social sobre infertilidad Infertility Network UK, dijo que queda por delante "mucho que pensar y mucho que hablar", y que es necesario también tener en cuenta las implicaciones éticas que tendrían este tipo de trasplantes.

Fuente: EFE