Al menos una persona murió y otras 19 fueron heridas en un escalofriante ataque que realizó un automovilista contra una concentración que repudiaba a otra marcha racista en Estados Unidos.
Un grupo de "supremacistas" (o neonazis) protestaban contra el retiro de una estatua en una plaza y chocaron contra un grupo anti-racista en Charlottesville, Virginia.
En ese momento, un auto embistió contra la multitud y el momento fue registrado por varios de los presentes:
Un auto atropella a peatones en #Charlottesville pic.twitter.com/oXQDxjuPkH
— Alejo Schapire (@aschapire) 12 de agosto de 2017
Un segundo video fue difundido en las redes y completa la secuencia:
El alcalde de la ciudad, Mike Signer, confirmó que la muerte de una de las víctimas. "Estoy destrozado por la pérdida de una vida. Le pido a todas las personas de buena voluntad que se vayan a sus casas", escribió Signer en Twitter.
También el presidente estadounidense Donald Trump reprobó los "violentos" hechos ocurridos en la ciudad de Charlottesville, sede de la Universidad de Virginia y situada algo más de 300 kilómetros al suroeste de Washington.
"Condenamos en los términos más contundentes esta atroz muestra de fanatismo, racismo y violencia por múltiples partes", indicó Trump en una declaración desde Bedminster (Nueva Jersey), donde pasa sus vacaciones de verano.
Hay que ser muy miserable para llamar a esto 'enfrentamiento entre radicales' y no lo que es: Terrorismo NEONAZI. #Charlottesville pic.twitter.com/VTb1PQrwju
— Gabriel Rufián (@gabrielrufian) 12 de agosto de 2017
La polémica concentración "Unir a la derecha" -de nacionalistas, grupos identificados como neonazis o parte del Ku Klux Klan- se organizó en protesta por la retirada de una estatua homenaje al general confederado Robert E. Lee, quien lideró a las fuerzas sureñas durante la Guerra Civil estadounidense, y que ya generó choques violentos este viernes entre participantes y opositores, informó EFE.
La manifestación ha sido descrita como "el mayor encuentro de odio de su clase en décadas en EE.UU.", según el Southern Poverty Law Center, un grupo que investiga a los que fomentan la violencia racial. El gobernador de Virginia, Terry McAuliffe, declaró el estado de emergencia en la ciudad.