Si bien no será general, el paro nacional de este martes paralizará buena parte de la actividad económica del país. Sólo en el comercio minorista se espera que se pierdan ventas por $2.119 millones en el día, advirtió en la previa la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (Came). Si bien el sector no adhiere a la medida de fuerza, cerca de la mitad de los negocios estarán cerrados.

“Si bien la caída final dependerá del grado de acatamiento que efectivamente tenga la medida, la estimación inicial surge del comportamiento que tuvo el sector comercial frente a medidas similares”, señaló el organismo a través de un comunicado.

Así, sobre una venta promedio en el comercio minorista que este año ronda los $2.650 millones diarios aproximadamente, la venta caería 80 por ciento, a sólo $530 millones, detalla el informe.

La estimación inicial se realiza en base a la información brindada por los comercios, entre la que se destaca que “al menos 5 de cada 10 comercios directamente no abrirán sus puertas” este martes, y “por ese efecto, las ventas se reducirían, en promedio, en $1.324 millones”.

Expresaron que el cierre, en algunos casos, se realizará “por temor a los daños que puedan provocar eventuales disturbios y, en otros, porque los comercios no contarán con personal para atender al cliente”.

En los grandes comercios, donde el personal está más sindicalizado, el cierre será “casi completo”, auguran desde la Came. Lo mismo sucederá en las grandes ciudades: al ser más dependientes del transporte público, el cierre se sentirá con mayor fuerza.

“ En los comercios que sí abrirán sus puertas, se estima que las ventas caerían al menos 60%, básicamente porque los clientes que comprarán serán mayormente los de cercanía. Por ese efecto, se perderían ventas por $795 millones”, agrega el parte.

Sumando las caídas por los cierres de comercios y por menores ventas de aquellos que posiblemente sí abrirán, la pérdida final de ventas ascendería a $2.119 millones.

En rubros como gastronomía –donde los empleados sí se plegarán al paro–, que se mueven en función de los almuerzos y reuniones laborales, se estima que la parálisis será casi completa.

“No es el momento para paralizar al país”

Por su parte, desde la Asociación Empleados de Comercio (AEC) de Rosario explicaron que “si bien es cierto que algunas de las razones invocadas para llevar adelante la medida de fuerza son válidas, entendemos que éste no es el momento para paralizar al país, aunque sea parcialmente, ya que Argentina necesita que todos estemos al frente de nuestras responsabilidades trabajando, gestionando, reclamando, pero sin dejar de hacer nuestras tareas”.

“Coincidimos en que al salario no se le deben aplicar impuestos”, agregaron desde el organismo sindical, y en ese sentido llamaron a “no facilitarles el terreno a la usura internacional, que a través de los buitres y disputas partidocráticas pretenden destruir al país”.

Además, consideran en la AEC, entre los argumentos dados para esta medida de fuerza no figuran “cuestiones esenciales para los trabajadores, como son la reivindicación de derechos laborales que se perdieron a partir de medidas tomadas cuando Domingo Cavallo era ministro de Economía”.