Pinola, el hombre libre

Tardó pero lo encontró. Pinola estaba libre y Central lo aprovechó. Con él, el canalla ganó tiempo para ordenarse en campo rival. Justo ante un rival preocupado por presionar de inmediato y por ganar duelos individuales más que para jugar en conjunto. A partir de Pinola, Central atacó mejor. En los primeros diez minutos de ese segundo tiempo, las cuatro jugadas de ataque del canalla tuvieron ese inicio (inclusive el primer balón detenido que culminó en el palo). 

Larrondo, el delantero multiplicador 

Multiplica posibilidades de sus compañeros. No suma, multiplica. Larrondo se toma tiempo. Lo pueden apretar desde atrás pero contamos algunos segundos y la pelota sigue ahi cerca suyo. Y los más probable es que habilite a un compañero. La jugada sigue viva gracias a él. Lo hacía en Fiorentina o Torino, aunque jugaba pocos minutos, lo hacía en Tigre pero siempre los que miden a los delanteros únicamente por su promedio de gol, no lo podían destacar. En el juego, el “chileno” Larrondo multiplica a Marco Ruben o al que esté cerca suyo. 

Elogio desmedido a la intensidad 

Mal del fútbol argentino en los últimos años. Newell´s parece enmarcarse a la moda. Primero, la presión al rival. Primero, la intensidad. Después, mucho después, los pases propios. Si los equipos se ordenan a partir de cómo pueden recuperar la pelota, les resultará dificil aumentar el caudal de juego. A su vez, si la organización defensiva se basa en la intensidad como única arma, en la búsqueda inmediata de la pelota, en la priorización del hombre rival por encima de la zonas y los espacios en el juego, será muy difícil jugar. Cuando solía recuperar pelotas, y Newell´s lo hizo muchas veces en el primer tiempo, algunos jugadores no estaban en sus mejores posiciones para interpretar el desarrollo del juego.  

Factor clave en el segundo tiempo 

Ante este contexto, y cuando Central encontró su juego a través de Pinola y de Larrondo, Newell´s no volvió a recuperar la pelota. Corrió detrás de ella. Un partido no son diez duelos individuales, es mucho más que eso. Recién cuando un equipo lo interpreta dentro del campo de juego puede tener actuaciones similares como la de Central en los últimos 45 minutos.