Santiago Maldonado está desaparecido desde el 1º de agosto y podría avanzarse en la investigación si la Justicia Federal aceptara la oferta que el ingeniero electrónico Ariel Garbarz –quien ofició como perito de la Justicia Federal en otras causas– formuló a la fiscal del caso.

Se trata de un sistema de geolocalización para detectar dónde estaba el celular de Santiago, a partir de un trabajo que ya se ha hecho en otras causas, pero ni el juez ni la fiscal que investigan la desaparición del joven le responden, según afirmó el profesional quien salió a los medios de comunicación a difundir el ofrecimiento de la Universidad Tecnológica Nacional (UTN).

Este martes, en el programa Minuto Uno (C5N) Garbarz hizo público el ofrecimiento a la fiscal del caso, ante la falta de respuestas de la Justicia, y dijo que el laboratorio de la UTN puede actuar como perito de oficio, pero necesita que el juez Guido Otranto, a cargo del Juzgado Federal de Esquel o bien la fiscal que investiga la causa den la orden correspondiente.

El 2 de agosto uno de los teléfonos que tenía Maldonado fue atendido en algún punto geográfico que al parecer no puede detectarse, pero según Garbarz, “están investigando con tecnología vieja”.

“En la UTN tenemos el laboratorio de seguridad de comunicaciones en el que inauguramos un sistema de geolocalización de teléfonos celulares con desarrollos propios y también con tecnología de Nextel. Ese sistema –explicó– ya fue usado en el Ministerio de Seguridad de la provincia de Buenos Aires para conocer la ubicación de la plana mayor de comisarios, durante las 24 horas, con un error menor a 50 metros.

“Lo que vemos ahora, en el caso de Santiago Maldonado, es que a partir de la llamada de 22 segundos que un amigo suyo hizo a su celular, al día siguiente de su desaparición y que fue atendida por una persona desconocida, se está haciendo la geolocalización con tecnología vieja que utiliza solamente las celdas que producen las antenas de telefonía celular. El problema es que en esa zona suburbana, las celdas tienen muchos kilómetros de radio, con lo cual es imposible geolocalizar ese celular para saber quién lo tenía y para conocer, sobre todo, las personas que tenían celulares activos alrededor de ese punto geográfico y que resultarían testigos o sospechosos de esa desaparición”, afirmó el profesional.

“Aunque el número de celular sea de Chile, es atendido por una antena de Argentina. Es decir que si él estaba en territorio nacional había una torre de antena que estaba detectando esa señal de un proveedor de Chile. En consecuencia –señaló– en la estación radio base que administra esa antena tienen que estar los datos necesarios para hacer una triangulación fina, o sea una geolocalización del celular, con un error de metros y no de kilómetros, como lo que se está haciendo ahora. Esa diferencia cualitativa cambia totalmente la investigación de la desaparición de Maldonado”, aseveró Garbarz.