Rosario Central cantó victoria por primera vez en el campeonato. Y su flamante entrenador, que asumió como interino aunque con la lupa de la dirigencia encima, salió airoso de su primer examen y ganó puntos en la carrera por ser el DT en 2018. El Canalla se impuso por 1 a 0 a Talleres y salió de la última posición de la tabla.

El único gol de la noche lo marcó Fernando Zampedri a los 17 minutos del segundo tiempo, mientras que Agustín Coscia se fue expulsado por roja directa a los 35 minutos del complemento. Una de las grandes figuras de la noche fue el arquero Jeremías Ledesma.


Otro dato positivo fue la reaparición de José Luis Fernández, quien luego de la lesión que lo dejó afuera durante varios meses, ingresó a los 77 minutos de partido en reemplazo de Diego Becker.

Los canallas lograron salir del fondo: arrancaron el partido últimos, siendo el único conjunto que no había vencido en la Superliga. Ahora está 24º con 7 unidades. La T se quedó con y ahora está quinto, a 9 puntos de la cima, que ostenta Boca.

Leo Fernández mantiene su récord positivo dirigiendo a Central. Fue campeón de la Copa Santa Fe con su reserva; había ganado en Córdoba cuando debió dirigir al primer equipo tras la renuncia de Coudet; y esta vez, le dio un serio mensaje a los dirigentes de su intención de quedarse como conductor oficial.

El por qué

Central ganó porque fue más inteligente que su adversario, a pesar de que Talleres dejó una mejor impresión y terminó empujando hasta acabar jugando casi entro del área del muy seguro Ledesma.

Al principio, hasta la media hora de juego, Talleres desnudó la falta de equilibrio en el mediocampo centralista, donde González no podía contener el toque de los volantes locales y Camacho y Becker parecían perdidos. Pero por falta de certeza en el golpe final, casi no inquietó.

De hecho, fueron los auriazules los que tuvieron la más clara: a los 20 minutos, Zampedri cabeceó hacia atrás un centro al área que pasó a milímetros del palo izquierdo del arquero Herrera.

En esa última parte del primer acto, Central se recuperó. Carrizo empezó a pesar con la pelota. Y si bien no hubo más llegadas, el juego se emparejó. Los de Kudelka tuvieron un mano a mano sobre el epílogo, pero Ledesma le dijo que no a Menéndez.



En el complemento, la tónica no cambió demasiado. El cotejo seguía exhibiendo el mismo manejo de balón de Talleres y a Central expectante de una recuperación que le permitiera contragolpear.

A los 17 minutos, el juego se quebró: Parot salvó un lateral por izquierda, Carrizo encaró de tres cuartos al área, envió el centro al segundo palo y halló a Zampedri, que solo tuvo que empujarla entre Herrera y Gandolfi.

Tras el gol, el elenco de Fernández jugó con la desesperación de Talleres, que se hizo más intenso pero empezó a nublarse por el nerviosismo producto de su falta de ideas. Incluso pudo aumentar, pero la peinada de Zampedri dio en el palo. El tiempo pasaba y no había alteraciones en el área auriazul, pero la expulsión de Coscia le hizo ganar terreno al local.

La T terminó esos últimos 19 minutos (con la adición) empujando, a los ponchazos, sin luces pero con dos ocasiones claras: un tiro en el palo desde lo que fue, en su intención, un centro al área de Olaza y en la última, un remate de Guiñazú que salvó Ferrari de cabeza. Nada más.

Central terminó ganando de manera legítima, luchando más de lo que jugó, pero con la concentración y la entrega que no se le vio, en este torneo, a la formación de Montero en ninguna de las ocho presentaciones anteriores de esta Superliga.