La decisión del simpatizante de Rosario Central de arrojarle un objeto al técnico de Tigre, Gustavo Alfaro, en la fecha 2, le trajo serios inconvenientes y dolores de cabeza a la dirigencia canalla. La AFA había determinado semanas atrás que debía cumplir como sanción una fecha sin público en el estadio. La quinta jornada con Temperley llegará el lunes a las 17 y tendrá que cumplirla.

La Secretaría de Seguridad provincial a cargo de Pablo Farías será la encargada de hacer cumplir la medida y para tal fin hay un protocolo que ya tienen los directivos y tendrán que efectuarla en forma estricta para no tener nuevamente inconvenientes.

Nadie podrá asistir al cotejo, ningún simpatizante podrá acercarse al Gigante de Arroyito ya que habrá un operativo similar al de cualquier encuentro con público, esto quiere decir que habrá controles en varias cuadras con efectivos policiales, inspectores de tránsito y seguridad privada para que no quedé ningún detalle librado al azar. “Habrá 400 efectivos aproximadamente, concurrirán 29 dirigentes de Central y creo la misma cantidad de directivos de Temperley”, manifestó el vicepresidente canalla Ricardo Carloni.

–¿Cuantos efectivos hay por lo general en un encuentro con público?

–Siempre el número ronda los ochocientos efectivos y se le suma la seguridad privada que tiene Rosario Central, pero en este encuentro habrá la mitad de efectivos pero igual el control que haremos sera sumamente estricto para que no pueda ingresar ningún simpatizante ni socio porque así está dispuesto desde la AFA.

–¿Quiénes podrán ingresar al estadio?

–Solamente los periodistas acreditados, personal de UTEDYC, personal de seguridad, dirgentes de ambas instituciones y aquellas personas que esten anotadas en planillas que contribuyen al funcionamiento del encuentro. No habrá servicio de bar ni tendrán habilitado el ingreso el personal de las concesiones. El catering que habrá será proporcionado por el club para árbitros, directivos y periodistas.

El costo operativo para Central, independientemente que se reduce el personal, será muy alto, ya que no podrán recaudar dinero por la medida dispuesta. El equipo estando en la punta de la tabla de posiciones entusiasmaba para que se vea el Gigante con un marco como es que se ve habitualmente repleto en sus tribunas, pero esta vez estará vacío y las arcas canallas también.

Los dirigentes perderán por no poder tener un cotejo “normal” casi un millón de pesos lo que significa un monto más que interesante para la institución.

El lunes a las 5 de la tarde, el Gigante estará vacío, sin público, sin color y de esta manera recibirá a Temperley, y la gente, el hincha, el fanático y también "los otros", esos que se dedican a tirar cosas, lo tendrán que ver por televisión.