Hace rato que en el fútbol el poder de los equipos que pretenden protagonizar el juego se basa en la importancia que tienen los espacios vacíos que puede dejar cualquier organización defensiva del rival. Son espacios no predeterminados y que aparecen cuando la pelota corre. Si es de un lado a otro y con buena velocidad, mucho mejor. Poder capturar esos espacios y que un jugador propio reciba en ese pedazo de territorio del campo de juego, sentencia uno de los objetivos más anhelados por los entrenadores en los últimos años. 

A veces la línea defensiva se despega de la línea de mediocampistas del rival. Y ahi aparecen los que saben interpretar el juego y el posible pase de un compañero. Rosario Central tiene a Franco Cervi para aparecer en esos espacios. Cuando Cervi retrocede por demás en el campo de juego, se le dificulta encontrar un hombre entre esas líneas. Y, sobre todo, su juego se ralentiza. Se vuelve espeso. Fácil de contrarestar para el rival de turno. Temperley así lo hizo un gran parte del primer tiempo, otros 45 minutos olvidables en el juego de los dirigidos por Eduardo Coudet. 

Cuando Cervi logra recibir en esos espacios vacíos, ahi aparece el mejor juego de Central. Cervi no es iniciador o armador de jugadas. Es mejor que reciba la pelota en los metros finales. Que la jugada la fabriquen Barrientos o Colman. Cervi tiene que ser el receptor de ese juego previo. 

Con el ingreso de Colman, Rosario Central gana siempre una línea de pase más. Los centrales o el mediocampista central ganan una posibilidad de pase. Tiene a uno más y eso parece beneficiar el juego del equipo. La relación entre Barrientos y Colman fue más productiva que la relación entre Barrientos y Fernández. 

Si Central puede armar de mejor manera sus jugadas en los inicios, Cervi no tendrá que retroceder tanto y eso beneficiará al goleador Marco Ruben. El delantero no sólo le da goles, sino que también posibilita distintas variantes a la construcción ofensiva del equipo. Los rivales, ahora, estarán atentos a los movimientos de Cervi. Tener variabilidad en ofensiva y sumar hombres en los espacios entre líneas, será la clave para el puntero canalla.