Aprobado su plan de adecuación este martes –a tres meses de haber sido presentado–, el Grupo Clarín insiste en lo que cree es el verdadero fin de la ley de medios: “la desarticulación de las voces críticas". Para el gerente de comunicaciones del multimedio, Martín Etchevers, esto quedó demostrado con la rapidez en la que la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual (Afsca) trató y aprobó su proyecto. El titular de ese organismo, Martín Sabatella, opinó distinto: “Se termina la sensación de impunidad de algunos grupos que creían estar por encima de la ley”.
En diálogo con Radiópolis, el programa que conduce Roberto Caferra por Radio 2, Etchevers se mostró sorprendido por la premura en que la se abordó la propuesta. “Llama la atención en relación a otros planes que tienen más de un año en el organismo”, observó y señaló que ello, a su entender, “revela que la sanción y la aplicación de la ley de medios fue la idea de desarticular las voces críticas, y en particular la de Grupo Clarín”.
Para el vocero, la política comunicacional del gobierno se basa en “un sistema de premios y castigos que tiende a favorecer a quienes tienen una linea editorial favorable al kirchnerismo y a asfixiar a quienes disienten con el relato oficial”.
Desde la vereda opuesta, el director del Afsca celebró que al fin, luego de cuatro años de resistirse a la nueva normativa, el grupo se adecue “como cualquier hijo de vecino”.
“Se terminó esa época en la Argentina donde las corporaciones decidían qué ley cumplir y qué no”, enfatizó; y para ilustrar la magnitud en la que el multimedio excedía lo dispuesto por el articulado indicó que las seis unidades de venta deben caer en seis manos distintas porque de concentrar una todas ellas, también quedarían fuera de la ley.
“Esto es bueno para la democracia”, aseguró Sabatella.
En diálogo con Radiópolis, el programa que conduce Roberto Caferra por Radio 2, Etchevers se mostró sorprendido por la premura en que la se abordó la propuesta. “Llama la atención en relación a otros planes que tienen más de un año en el organismo”, observó y señaló que ello, a su entender, “revela que la sanción y la aplicación de la ley de medios fue la idea de desarticular las voces críticas, y en particular la de Grupo Clarín”.
Para el vocero, la política comunicacional del gobierno se basa en “un sistema de premios y castigos que tiende a favorecer a quienes tienen una linea editorial favorable al kirchnerismo y a asfixiar a quienes disienten con el relato oficial”.
Desde la vereda opuesta, el director del Afsca celebró que al fin, luego de cuatro años de resistirse a la nueva normativa, el grupo se adecue “como cualquier hijo de vecino”.
“Se terminó esa época en la Argentina donde las corporaciones decidían qué ley cumplir y qué no”, enfatizó; y para ilustrar la magnitud en la que el multimedio excedía lo dispuesto por el articulado indicó que las seis unidades de venta deben caer en seis manos distintas porque de concentrar una todas ellas, también quedarían fuera de la ley.
“Esto es bueno para la democracia”, aseguró Sabatella.