El Concejo municipal aprobó en la sesión del último jueves una iniciativa del edil Aldo Pedro Poy para implementar un modelo de “etiquetas con doble registro” para productos de canasta básica de alimentos, de todas las marcas.

La ordenanza, aprobada por unanimidad, se comenzará a aplicar en enero de 2017 en todos los supermercados, comercios o centros de venta de alimentos minoristas y mayoristas que cuenten con una superficie igual o superior a los 300 metros cuadrados, con una o más bocas de expendio.

Según el texto de la ordenanza, las etiquetas con doble registro deberán contener el precio final del producto al 1º de enero del año en curso, fecha del último aumento y precio final vigente del producto, la cual deberá estar exhibida en la góndola donde se encuentre el producto.

El objetivo de la iniciativa, según el autor, es mantener un control de precios ante la inflación, que “afecta fuertemente la economía familiar”.

“A nivel nacional existe el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec) que mide las variaciones de los precios en alimentos de la canasta básica aunque sus resultados son cuestionados por no reflejar con similitud el aumento que se observa en las góndolas de los supermercados”, manifestó Poy.