Aunque antes se pensaba que el mal del Parkinson afectaba únicamente a las personas mayores, de un tiempo a esta parte –sobre todo a partir del caso del reconocido actor estadounidense Michael Fox, diagnosticado con la enfermedad a los 30 años– la sociedad comenzó a tomar conciencia sobre el alcance de esta patología. Pese a que los tratamientos hoy en día demostraron ser muy buenos, desde l. Asociación Civil Enfermedad de Parkinson (ACEPAR), explicaron que para que sean aún más efectivos es vital la detección temprana. En tal sentido, brindó algunas claves para descubrir una patología que suele esconderse detrás de síntomas confusos. 

La titular de la ONG, Sarah Sidoti, explicó al programa A Diario, que conduce Alberto Lotuf por Radio 2, que muchas veces los síntomas suelen confundirse con otras enfermedades lo cual retrasa el tratamiento. Depresión, cansancio, parálisis o temblores, dolores musculares y jorobas, son todos llamados de atención que no deben perderse de vista. 

“Se siente un malestar que no se sabe de dónde viene, se achica la caligrafía y se deja de caminar erguidos”, abundó y tranquilizó: “Ya nadie muere de Parkinson”. Gracias a las nuevas drogas, la fisioterapia y la fonoaudiología, la esperanza de vida es igual al de una persona sana.Además, ponderó el trabajo de la ACEPAR que logró jerarquizar al Parkinson como una discapacidad para que todos los pacientes puedan recibir la atención necesaria. 

Precisó que esta afección puede aparecer en dos versiones: la “agitante”, que produce temblores; y la “rígida”, que impide todo movimiento. En ambos extremos se mueve esa enfermedad neurodegenerativa que desconoce edades: Sidoti contó que el caso más joven que conocieron fue el de unos hermanos de 15 años, pero aclaró que incluso pueden haber pacientes aún más chicos. 

. Para la activista que vive la enfermedad de cerca –su esposo padece la versión rígida que paraliza los músculos– lo más importante es no dejarse sobrepasar por la angustia e informarse a través de medios serios. En tal sentido recomendó la página de la Fundación Michael Fox, aunque aseguró que nada reemplaza la palabra de un neurólogo especializado en el tema. En tal sentido, insistió en la consulta rápida ante el mínimo síntoma y puso a disposición el teléfono de la Asociación: (011) 43939422.