Publicado por Delhospital Ediciones, el sello del Instituto Universitario del Hospital Italiano de Buenos Aires y escrito en un lenguaje simple, este libro es un acercamiento -con viñetas de casos reales- a los padecimientos del cansancio, una consulta frecuente que, sin embargo, "habitualmente aparece como un comentario al pasar ya que la mayoría de los pacientes no piensan que el médico pueda ayudar a mitigar o resolver el cansancio", dice Rubinstein, médico del Servicio de Medicina Familiar y Comunitaria del mismo hospital. 

Para hacer un diagnóstico de cansancio solamente hace falta que "el médico escuche al paciente porque debe tener en cuenta que son muchos síntomas y abarcan a casi toda la medicina, por eso escribimos este libro, ya que se trata de un problema clínico que abre numerosas puertas".

Este libro viene a imprimir cierto correlato médico y práctico local al concepto que el filósofo Byung-Chul Han, una de las voces filosóficas más innovadoras que ha surgido en Alemania recientemente comienzo del siglo XXI, explica en su libro La sociedad del cansancio. 

Para él filósofo, la enfermedad de esta época desde un punto de vista patológico, "no serí­a ni bacterial ni viral, sino neuronal" y alude a trastornos como la depresión, el déficit de atención con hiperactividad (TDAH), el trastorno lí­mite de la personalidad (TLP) o el sí­ndrome de desgaste ocupacional (SDO) que definen el panorama patológico de comienzos de este siglo.

De forma práctica, los médicos argentinos abren la puerta a esa consulta que reconocen como "incomoda" aunque ya es considerada "un problema de salud". "El cansancio es subjetivo, difícil de caracterizar y su duración es muy variable", escriben, sobre este síntoma sin una fisiopatología definida que pone en juego "el contexto del paciente y los aspectos psicosociales". 

Para ellos, cada doctor "debería tener en cuenta, en primera instancia, los aspectos contextuales de su paciente, su vida laboral y familiar porque las situaciones más relacionadas con el cansancio son los conflictos familiares y laborales, los problemas económicos, el cuidar o querer mucho a un familiar con una enfermedad crónica como Alzheimer o alcoholismo", remarcan.

De acuerdo a Carrete y Rubinstein, están los cansancios más comunes, pero también aquellos derivados de la depresión, ansiedad e insomnio. "Hay muchos pacientes a quienes les diagnosticamos 'cansancio fisiológico', ocasionado por la sobreexigencia; cansancio por uso de ciertos fármacos y también hay situaciones clínicas producto de anemia, hipotiroidismo, cáncer, tuberculosis o sida, donde el cansancio forma parte de una constelación más grande de signos y síntomas". 

Ante estos panoramas, el autor ejemplifica formas que contribuyen o alivianan esta situación: "si el cansancio se relaciona con un familiar alcohólico, ir a grupos de en los que estos aprenden a convivir con este problema puede contribuir a un alivio, mientras que llevar a este familiar a la guardia cada vez que tiene una borrachera, lo aumenta". 

Si bien a fin de año, "todos solemos estar más cansados", el médico dice que no hay "una época determinada con más consultas". En general, la gente llega y dice: "vengo a hacerme un chequeo para ver cómo estoy ya que estoy muy cansado y quiero quedarme tranquilo que no tengo nada grave". 

En esas consultas, explica Rubinstein, el médico habitualmente "revisa al paciente, pide análisis y cuando se los trae le dice 'está todo bien, no tiene nada'. Esta conducta deja al paciente tranquilo porque no parece haber una enfermedad 'clásica' pero no permite pensar junto con el paciente, si puede haber alguna situación que se relacione con el cansancio y que pueda encararse para generar un cambio".

Aunque todavía no existe una medicación que mejore el cansancio, ambos especialistas, recomiendan "entrevistas con el médico, afrontar los problemas, hacer cambios en la vida, hacer algo que a uno le guste o divierta, hacer actividad física y, en ocasiones, de encarar una psicoterapia". 

Y Rubinstein enfatiza que "hay que hacer actividades físicas y placenteras, replantearse el uso del tiempo, ocuparse de los conflictos familiares o laborales y pedir ayuda, si es necesario. Nosotros, en la consulta, lo que podemos hacer es ayudar a encarar esos problemas relacionados con el cansancio".