Si analizamos la receta del éxito para ser emprendedor, será posible encontrar tantas posturas como grandes emprendedores en el mundo. Pero lo cierto es que en todas ellas algunos elementos se repiten.

Más allá de las buenas ideas, la financiación y la voluntad para emprender un camino incierto, ser emprendedor requiere de un óptimo manejo de una serie de habilidades. Estas pueden ser tanto técnicas o duras, como habilidades sociales o blandas.

Dentro de las habilidades de los emprendedores, las técnicas varían de acuerdo al área de dedicación, mientras las blandas resultan imprescindibles en todos los casos. Estas pueden poseerse de forma innata, aprenderse mediante cursos formativos e incluso entrenarse con ejercicios y trucos.

¿Te gustaría ser un buen emprendedor? ¿Soñás con desempeñarte de forma óptima en este rol? Uno de los mejores consejos para emprendedores que vas a recibir es el de entrenar tus habilidades blandas de antemano.

Para que lo logres, te presentamos a continuación una serie de ejercicios prácticos que te ayudarán a prepararte para esta instancia, enfrentándote a los desafíos y sensaciones típicos de la vida de un emprendedor. Los mismos se encuentran diseñados para potenciar cada una de las habilidades blandas imprescindibles en alguien que aspira a emprender:

Creatividad: Elegí un objeto de tu día a día y pensá otros usos posibles, creando una lista con todos los que se te ocurran a lo largo del día. Te ayudará a salirte del molde.

Adaptación y gestión de crisis: Animate a vivir un día sin planificarlo, dejando todo al azar, tirando una moneda para tomar tus decisiones. Puede ser un día normal o incluso un fin de semana de vacaciones improvisadas al 100%.

Intuición: La intuición puede ayudarte a elegir el camino correcto y alejarte de los problemas. Para ejercitarla, el mejor ejercicio es meditar y conectar con tu yo interior al menos 20 minutos al día.

Paciencia: La intuición puede ayudarte a elegir el camino correcto y alejarte de los problemas. Para ejercitarla, el mejor ejercicio es meditar y conectar con tu yo interior al menos 20 minutos al día.

Escucha activa: Cuando hables con alguien, proponete escucharlo sinceramente y darle una devolución honesta más allá de simples expresiones vacías. Escuchá para entender, no para responder y contraatacar.

Estas habilidades no se adquieren en un día, sino todo lo contrario. Incluso puede llevar años adquirirlas completamente y emplearlas como se debe.

Estos ejercicios no te ayudarán a ser más paciente o mejor oyente en unas semanas, demandarán algo más de tiempo. Incluso es recomendable que los utilices cuando efectivamente comiences a emprender.

 

Fuente: Universia Argentina