El avance por asociación ilícita contra una banda de zona sur, que tiene sólo en la provincia a 16 personas imputadas, fue apenas el puntapié inicial. Ahora, en una acción coordinada por el Ministerio Público de la Acusación (MPA) y desplegada por el Ministerio de Seguridad y organismos municipales, el abordaje sobre hechos de sangre es integral y más profundo. 

Los 24 allanamientos del martes para recuperar casas usurpadas fueron otro ingreso del Estado a barrio Municipal, desde donde parte de la banda Funes-Ungaro tenía su base de operaciones. Detenidos los integrantes del grupo por una acción del MPA de Rosario, comenzó ahora otra etapa.

Tras la Policía de Investigaciones (PDI) y fuerzas federales, personal municipal abordó esta semana construcciones precarias que funcionaban como cocheras o aguantaderos, sacaron escombros y comenzaron con la limpieza. En tanto, según confiaron distintas fuentes que participaron de una mesa conjunta de trabajo, habrá facilidades para realizar trámites personales en el lugar.

"Comenzamos allanando las viviendas que teníamos denunciadas como usurpadas y a partir de ahí lo que tratamos de hacer es precisamente recuperar esos inmuebles para devolvérselos a su propietarios", explicó a El Tres la fiscal Gisela Paolicelli, de Investigación y Juicio.

"Tiene que ver con una segunda parte de una investigación que nosotros tenemos desde hace mucho en ese barrio, en donde precisamente tenemos gente detenida por una asociación ilícita y entre cuyos objetivos estaba el de usurpar viviendas", remarcó, por la causa madre que tiene a 16 personas imputadas en el fuero provincial, más allá del reciente abordaje de la Justicia Federal por tráfico y comercialización de drogas.

Este viernes, y a tres días de la nueva irrupción de las fuerzas policiales, Paolicelli destacó que "hay casas cuyos dueños ya empezaron a recuperar", y que la acción parte de la intención "reparar el daño" y "actuar sobre las condiciones de habitabilidad que influyen en el despliegue de la violencia".

A partir de los primeros resultados de este nuevo acercamiento del Estado reflejado este viernes en un informe de Telenoche, algunos vecinos tomaron confianza en los procedimientos y reportaron más hechos de lo normal. Una círculo virtuoso que las autoridades buscan afianzar para sostener en el tiempo.

Un chico temido, ahora internado

El trabajo en el barrio tiene además otras patas. Un chico de 14 años apodado "Cumpi", mencionado "en varios hechos con armas de fuego", fue abordado en las últimas horas por la Policía e internado en Buenos Aires por acuerdo con la familia.

Sobre eso, el fiscal Matías Edery (MPA) detalló a El Tres que "no está detenido" sino que "en el marco de un pedido de averiguación de paradero porque la familia no sabía donde estaba hay una intervención de la Secretaría de Niñez que lo ha ubicado y está intentando hacerlo salir de la problemática en la que está inmerso".

"La gente del barrio le temía mucho por el hecho de que estaba siempre armado y era el encargado de sacarlos de las casas a los tiros", especificó. Edery confió además que "está sindicado en un montón de investigaciones, muchas por hechos con armas de fuego" como ejecutor de las órdenes de los Funes-Ungaro.

"Al tener 14 años no puede estar detenido. La intervención es una intervención de salud. Está en un lugar para tratamiento de adicciones, a solicitud de su madre", concluyó el funcionario.