En un escenario que a priori se plantea diferente, junto con la elección de presidente se renueva la mitad de la Cámara de Diputados de la Nación y un tercio del Senado (24 bancas).

El resultado en estos rubros será clave para una palabra que comenzará a hablarse este mismo lunes: la gobernabilidad.

Es que difícilmente haya mayorías absolutas en el nuevo Congreso, fundamentalmente en la Cámara de Diputados, seguramente con mayor peso de las oposiciones que en su actual composición.

Es que el Congreso de hoy está netamente dominado por el kirchnerismo. Es justamente el oficialismo el que más arriesga, pues dejan sus bancas 83 de sus 130 diputados, es decir el 60 por ciento del bloque.

Esto es así porque terminan sus mandatos los diputados elegidos en 2011, cuando el Frente para la Victoria arrasó en las urnas con el 54 por ciento de los votos para la presidenta Cristina Kirchner.

En cuanto a los senadores, se votan candidatos en ocho provincias: Santa Fe, Catamarca, Chubut, Córdoba, Corrientes, La Pampa, Mendoza y Tucumán.