Aunque quienes roncan sean objeto de constantes bromas y reclamos por parte de sus compañeros de cuarto, las complicaciones para la salud que este problema puede ocasionar están lejos de ser un chiste.

Pero… ¿por qué se producen? Los ruidosos sonidos ocurren cuando hay una obstrucción de la circulación de aire en los pasajes ubicados detrás de la boca y la nariz. Esta es la parte colapsable de los pasajes aéreos donde la lengua y la garganta superior encuentran el velo del paladar y la úvula (una pequeña masa carnosa que sobresale del paladar blando por encima de la raíz de la lengua). Al respirar, cuando estas estructuras se golpean entre sí, vibran y producen los ronquidos.

Tres elementos son necesarios para que los ronquidos se produzcan:

El sueño; una obstrucción respiratoria que obligue al aire a pasar a presión para que este llegue a los pulmones y los tejidos blandos, como el paladar o la base de la lengua, que vibran cuando el aire pasa a presión.

De este modo, no solo impide el descanso de quienes compartan la habitación con él sino también el propio.

Más que ruidos molestos

Cuando el ronquido está vinculado con la apnea (una obstrucción respiratoria) se considera un problema grave.

La apnea se produce cuando hay una obstrucción en la garganta, total o parcial, lo que genera frecuentes episodios de paro respiratorio. Este problema puede suceder, en los casos más graves, hasta 500 ó 600 veces por noche. Esto lleva a que el cuerpo no se oxigene correctamente.

Tomar medidas

En muchos casos se trata de un círculo vicioso. La apnea puede producirse por obesidad, con lo cual la pérdida de peso es la primera medida a considerar si se quiere solucionar el problema.

Las obstrucciones también pueden producirse por deformidades de la nariz como cornetes hipertróficos o tabique desviado (una deformación que separa una ventana de la nariz de otra). En este caso la solución es la cirugía.

También los ronquidos pueden producirse por vías aéreas nasales obstruidas. Una nariz tapada o mal ventilada requiere un esfuerzo extra para que el aire circule. Estos casos son menos extremos ya que los ronquidos sólo ocurren en época de resfríos o gripe con lo cual no es necesario recurrir a operaciones salvo que el problema sea crónico.

Consejos para ronquidos leves

- Reducir el peso.
- No consumir alcohol a la noche.
- No dormir boca arriba, hacerlo de costado.
- No acostarse sin hacer la digestión.
- No tomar pastillas para dormir, ya que relajan la tensión muscular y de esta forma se generan más ronquidos.
- Colocar la cabecera de la cama 5 ó 10 centímetros más alta.​