En la cárcel de Coronda ocurrió uno de esos episodios que pareciera que solo suceden en las películas. Un celador llamó a uno de los reclusos en la puerta de su celda y como no obtuvo respuesta entró al calabozo para observar lo que sucedía. Grande fue su sorpresa cuando sacó las frazadas de la cama y encontró un muñeco en lugar del preso. El interno estaba en otra celda, pero encontraron elementos que hacen suponer que planeaba una fuga.

De acuerdo a lo publicado por el periodista Ignacio Mendoza en el diario Uno de Santa Fe, el increíble hecho ocurrió el martes en el penal santafesino de Coronda. Un celador realizaba el conteo de internos en el pabellón seis sur cuando notó que algo no estaba bien.

El trabajador carcelario llamó a uno de los internos pero no obtuvo respuestas. Informó la situación y el personal penitenciario ingresó a la celda. Al sacar las frazadas y las sábanas, comprobaron que en lugar del preso había bolsas y trapos con forma de una persona. 

En ese momento se puso en alerta a todos los efectivos del penal, que desplegaron un gran operativo. Después de algunos minutos, encontraron al recluso en la celda de otro convicto.

Al día siguiente se llevó a cabo una detallada requisa y en el pabellón hallaron 6 proyectiles de calibre 9 milímetros, lo que hace suponer que se estaba gestando una fuga.