Uno de los sospechosos del crimen de las turistas argentinas en Ecuador sostuvo que las jóvenes mendocinas le dijeron al otro detenido que no tenían dinero para hospedarse, las invitaron a su casa y allí se desató la tragedia.

Quien lo reveló es el fiscal del caso, Eduardo Gallardo Rodas, quien relató que en su confesión, uno de los detenidos "manifestó que se fue con una de las señoritas a un dormitorio. La muchacha se molestó y lo empujó y él, que estaba en estado etílico, se enojó, tomó un palo y le propinó un golpe en la cabeza". Ese golpe habría matado en el acto a una de las víctimas.

"El sospechoso relató que después se dirigió al otro dormitorio, donde estaba su amigo con la otra muchacha y vio que había mucha sangre. Aparentemente la otra joven tenía una puñalada, pero todavía estaba con vida", continuó el fiscal en diálogo con una radio porteña.

El ecuatoriano que confesó el crimen declaró ante la Policía que luego de los hechos su amigo se escapó y fue él, al quedar solo, quien decidió "embalar" los cuerpos y arrojarlos en una playa cercana, donde finalmente fueron encontrados.